Durante los primeros 6 meses de vida, es importante cubrir la nutrición de los bebés a través de un sólo alimento: la leche materna. Pese a ello, algunas mamás deciden complementar la alimentación de los pequeños con fórmula, ya sea por la dificultad para extraer la leche con regularidad o por la falta de tiempo para amamantar. Sea cual sea el motivo, este tipo de productos juega un papel importante durante la edad temprana de muchos bebés.

¿Qué tanto sabes sobre la leche de fórmula y su preparación? Te compartimos algunos datos importantes. Si tienes dudas al respecto, consulta a un experto.

  1. Existen tres tipos principales: leche de fórmula con proteína de leche de vaca —algunos bebés son alérgicos y necesitan otro tipo de productos—; leche de fórmula a base de soja, una opción para los bebés con intolerancia; leche de fórmula con proteína hidrolizada, ideal para los pequeños alérgicos a las proteínas.
  2. Lo ideal es elegir la leche de fórmula infantil fortificada con hierro. Tu bebé necesita hierro para crecer y desarrollarse, especialmente durante su primer año de vida. Si no lo estás amamantando, la leche de fórmula fortificada con hierro es la manera más fácil de suministrarle este nutriente esencial.
  3. Es posible elegir entre leche de fórmula en polvo, leche de fórmula líquida concentrada y leche de fórmula lista para usar.
  4. Las fórmulas para bebés tienen fecha de caducidad. Antes comprar, revisa que el producto no esté caducado.
  5. Debe tomarse sólo durante el primer año de vida. Se recomienda que después de ese tiempo se pase a la leche entera —hasta los dos años—. Evita la leche descremada, no tiene suficientes calorías o grasa para estimular el desarrollo temprano del cerebro.

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Recuerda que el mejor alimento para tu bebé es aquel que proviene de ti. Si no es necesario recurrir a la leche de fórmula, opta por la lactancia materna.

 

Vía: Mayo Clinic