Las reacciones alérgicas a determinados alimentos pueden aparecer en cualquier momento, sobre todo en niños pequeños. No obstante, los casos de alergia a la leche en bebés son un caso especial, ya que se trata del principal componente de la mayoría de las dietas para lactantes.

Aunque la alergia a la leche puede hacer su aparición en personas de cualquier edad, es particularmente desarrollada por bebés menores de 1 año de edad. Se calcula que la padecen entre el 2 y el 3% de los lactantes.

Esta reacción alérgica suele aparecer durante los primeros meses de vida del bebé, con frecuencia varios días o semanas después de introducir la leche artificial o de fórmula, la mayoría de las cuales están elaboradas con leche de vaca.

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La buena noticia es que, en general, esta alergia suele desaparecer por sí sola cuando un niño llega a la edad de 3 o 5 años. Sin embargo, hay quienes no la superan con el paso del tiempo.

Síntomas

Esta alergia se da cuando el sistema inmunitario de un bebé interpreta equivocadamente que la proteína de la leche es una sustancia peligrosa, contra la que se debe defender el organismo. Esto provoca la reacción alérgica, misma que puede desencadenar diversos síntomas.

La sintomatología suele variar en cada bebé. Algunos pueden presentar signos poco después de alimentarse -casos conocidos como reacción de inicio rápido-, y otros pueden tardar hasta 7 o 10 días después de ingerir proteína de leche para manifestarse (reacción de inicio lento).

Los síntomas de inicio lento incluyen heces blandas o sueltas (que pueden contener sangre), vómitos, náuseas, rechazo a la alimentación, irritabilidad, cólico del lactante y erupciones cutáneas, como el eccema.

Las reacciones de inicio rápido pueden manifestarse con síntomas como irritabilidad, vómitos, resuello, respiración sibilante, inflamación, urticaria u otro tipo de ronchas en la piel asociadas a picor y/o diarrea sanguinolenta.

Recomendaciones

Especialistas en salud recomiendan a los padres de familia seguir los siguientes consejos:

1. Optar por amamantar a los bebés. Los pequeños alimentados con leche materna son menos propensos a desarrollar una alergia a la leche que los alimentados con fórmula o leche artificial.

2. Evitar dar a los bebés leche de cabra, leche de arroz o la leche de almendra. Estas no son seguras ni recomendables para un lactante.

3. En caso de sospechar que un bebé tiene alergia a la leche, llamar al pediatra. Este preguntará sobre antecedentes familiares y practicará una exploración física al bebé.

4. De confirmarse la alergia y la mamá amamanta al pequeño, es importante que limite la cantidad de lácteos que ella ingiere. La proteína de la leche que provoca la reacción alérgica puede pasar a través de la leche materna. Se debe hablar con un médico sobre fuentes alternativas de calcio.

 

Vía: Kid’s Health