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Si tu cuerpo carece de grasas omega-3, uno de los primeros lugares donde podrás notarlo es en la piel. Por ejemplo, la piel sensible y seca, o incluso un aumento inusual del acné, pueden ser un signo de deficiencia de omega-3 en algunas personas.

Estas grasas mejoran la integridad de las barreras cutáneas, evitando la pérdida de humedad y protegiéndolas de irritantes que pueden provocar sequedad e irritación.

En un pequeño estudio publicado en la revista Skin Pharmacology and Physiology, se le dio a un grupo de mujeres una dosis diaria de 1/2 cucharadita (2.5 ml) de aceite de linaza rico en ácido α-linolénico (ALA), un ácido graso de la serie omega-3, durante 3 meses. Las mujeres que lo tomaron experimentaron una disminución de la rugosidad de la piel y una mayor hidratación de la misma en casi un 40%, en comparación con las que recibieron un placebo.

Otra investigación de 20 semanas, publicada en la revista Journal of Dermatological Treatment, administró aceite de semilla de cáñamo rico en omega-3 a diario en personas con dermatitis atópica, también llamada eccema, que es una condición que ocasiona piel seca e irritada. Los participantes experimentaron una reducción de la sequedad y la picazón y necesitaron menos medicamentos tópicos.

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Además, experimentar más acné de lo normal puede ser una indicación indirecta de deficiencia de omega-3 en algunas personas. Varios estudios han demostrado que los omega-3 reducen la inflamación, lo que los científicos creen que puede desencadenar el acné.

Además, algunas investigaciones han demostrado que tomar suplementos de omega-3 puede ayudar a reducir los brotes de acné y la inflamación en la piel.

Curiosamente, algunos trabajos también han descubierto que tomar suplementos de ácido eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) puede reducir la sensibilidad de la piel a la luz ultravioleta. Recordemos que el EPA y el DHA también son ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3.

Por ejemplo, en un estudio donde los participantes tomaron 4 gramos de EPA al día durante 3 meses, estos experimentaron un aumento del 136% en su resistencia a las quemaduras solares.

Con base en la información anterior, las grasas omega-3 son importantes para mantener la salud óptima de la piel, por lo que, si faltan en tu dieta, notarás cambios en ella que puedes evitar incorporándolos en tu alimentación. Para lograrlo, consulta a tu médico y aun experto en nutrición.

 

Vía: Healthline