No es sencillo pedir ayuda y recibir un diagnóstico negativo. Ya sea que la enfermedad esté ligada a la salud física o mental, enfrentar una mala noticia es toda una tarea. No sólo se trata de cambios en el estilo de vida, la transformación puede llegar a ser radical. El primer paso debe ser tomar el diagnóstico muy en serio y comenzar a actuar. Toma un respiro y plantéate lo siguiente.

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  1. Procesa la información. Date un tiempo para pensar en lo que dijo tu médico. Intenta controlar tus emociones; puedes estar enojado, asustado, avergonzado o triste. Reconoce esos sentimientos y busca la forma de sentirte mejor.
  2. Construye una red de apoyo. No necesitas contárselo a todo el mundo, procura acercarte a tus seres queridos. Ellos merecen saber lo que pasa; además, pueden brindarte ayuda emocional y física.
  3. Infórmate. Antes del diagnóstico suele existir una gran falta de información. Es el momento de investigar y aprender todo lo que puedas. ¿Cuáles son los aspectos de tu afección? ¿Qué opción de tratamiento tienes? ¿Necesitas medicamentos?
  4. Busca el mejor tratamiento. Al aceptar tu diagnóstico, indaga sobre las opciones de tratamiento. Existen diversas formas de mejorar tu calidad de vida, más allá de los fármacos. Acércate a un especialista, él sabrá aconsejarte y ayudarte a decidir el mejor camino.
  5. Adapta tu estilo de vida. Además de seguir las medidas recomendadas por el experto, cambia tu estilo de vida para ayudar a controlar tu afección. Si estás estresado o ansioso, busca cómo adaptarte para satisfacer tus necesidades, ya sea en el trabajo o en la escuela. Esto no significa que necesiten saber todo sobre tu problema, pero puede ayudar. Sigue una dieta saludable y realiza ejercicio. Ten un pasatiempo y tómate el tiempo suficiente para descansar, relajarte y recuperarte emocional, física y espiritualmente.

 

Vía: Family Doctor