reconocer-depresion-hijos-adolescentesLos cambios de humor son algo normal. Por lo general, el estado de ánimo de las personas está relacionado con pensamientos sobre su acontecer diario, junto con eventos de su pasado reciente. Las reacciones de los adolescentes a esos eventos pueden parecer extremas, pero eso no necesariamente es señal de un problema subyacente, como la depresión. Sin embargo, existen síntomas específicos de la depresión que como papá o mamá debes observar. Si encuentras signos de depresión en tu hijo(a), pregúntale acerca de ellos, y, si te generan preocupación, haz una cita para que reciba atención médica y sea evaluado(a) tan pronto como sea posible.

No es raro que los estados de ánimo de los adolescentes cambien de forma abrupta y sus respuestas emocionales sean fuertes. Esto se debe, en parte, a los cambios en el desarrollo de la actividad cerebral y a las fluctuaciones en las hormonas que ocurren en el cuerpo de un adolescente. Dichos cambios también pueden contribuir a que los adolescentes tengan interpretaciones aumentadas o exageradas de lo que está pasando a su alrededor. Todo esto se combina para hacer parecer a las emociones de un adolescente volátiles o impredecibles. Pese a que puede ser inquietante para los adultos que se preocupan por ellos, para muchos adolescentes, los cambios rápidos e intensos de estado de ánimo a menudo forman parte normal de su desarrollo.

No obstante, en algunos casos el estado de ánimo y ciertas emociones pueden ser señal de depresión. Si la tristeza, irritabilidad, ira u otras emociones difíciles son persistentes y no parecen disminuir a lo largo de varias semanas, podrían ser motivo de preocupación. Si tu hijo(a) llora con frecuencia sin motivo aparente, si expresa sentimientos de desesperanza o inutilidad, si siente una culpabilidad abrumadora, o se enfoca en lo que percibe como fracasos del pasado, todos son posibles síntomas de depresión. Esto es particularmente cierto si la manera en la que se siente ocasiona que le sea difícil llevara a cabo sus rutinas diarias normales, tales como levantarse a tiempo, ir a la escuela o terminar la tarea.

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Otros síntomas de la depresión en los adolescentes pueden incluir la pérdida de interés en actividades que normalmente disfrutan, cambios de sueño y del apetito, falta de energía, problemas para concentrarse o tomar decisiones, descuidar su aspecto, y consumir alcohol o drogas. Algunos adolescentes con depresión también suelen expresar opiniones negativas de sí mismos y sobre el futuro. Asimismo, pueden hacerse daño o tener pensamientos de muerte o suicidio.

Si sospechas que tu hijo o hija está lidiando con los altibajos de ser adolescente más de lo normal, debes hablar con él o ella. Compártele tu preocupación y pregúntale cómo se siente. Si crees que puede estar pensando en el suicidio, pregúntale: «¿Estás pensando en quitarte la vida?» Algunos padres evitan esta pregunta porque temen sembrar la idea del suicidio en la mente de su hijo(a) cuando no estaba ahí antes. Ese no es el caso. Los adolescentes saben sobre el suicidio. Si están pensando en ello por sí mismos, de hecho quieren que alguien les pregunte sobre el tema.

Incluso si no quiere hacerse daño a sí mismo, un adolescente cuyo comportamiento va más allá de los cambios de humor típicos de esta etapa requiere ayuda. Si tu hijo(a) tiene síntomas de depresión, debes llevarlo(a) con un proveedor de salud o con un profesional de la salud mental que pueda evaluar su situación y ofrecerle orientación. El proveedor también puede ayudarte a ti y a tu hijo(a) con otros servicios de apoyo, tales como asesoría y grupos de apoyo, si es necesario.

 

Vía: Mayo Clinic