Ya sea por mirar mucho la televisión o por pasar demasiado tiempo trabajando frente a una computadora, todos hemos experimentado ojos llorosos alguna vez en la vida. Si bien existen factores ambientales que provocan este síntoma de forma breve, otras causas se vinculan con el estilo de vida y los malos hábitos.

Te contamos sobre las causas más comunes. Si te identificas en alguno de estos casos, visita a un especialista y pregunta por el mejor tratamiento para ti.

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Causas

  1. Alergia. En este caso podrían presentarse otros síntomas, como estornudos e irritación ocular. Toma en cuenta que ocurre, en mayor medida, durante una temporada en específico —como el invierno o inicios de la primavera—.
  2. Ojo seco. El lagrimeo puede ocurrir después de que los ojos se hayan secado mucho. Es probable que lo acompañe un poco ardor, debido a que la película lagrimal que cubre la superficie del ojo pierde su hidratación y hay mayor fricción.
  3. Problemas de la vista. Las lágrimas provienen de las glándulas sudoríparas que se activan por la presión mecánica del parpadeo. Si tu visión es borrosa, el parpadeo podría ayudar a aclararlo. Con el tiempo, estas glándulas sebáceas pueden obstruirse, y cada parpadeo produciría menos aceite para cubrir las lágrimas.
  4. Lentes de contacto. Si el lagrimeo es muy frecuente y persistente, lo mejor es acudir al médico. Considera que el uso frecuente de lentes de contacto —y los malos hábitos de higiene— pueden provocar ojo seco y, por ende, lagrimeo constante.
  5. Edad. En los adultos mayores, pueden manifestarse ojos llorosos persistentes a medida que la piel envejecida de los párpados se separa del globo ocular, lo que permite que las lágrimas se acumulen y fluyan a través del ojo.

No tomes ningún síntoma a la ligera. Visita a un médico de confianza y pregunta por todas tus opciones.

 

Vía: Hola Doctor