El hierro es un mineral presente en cada célula del cuerpo, necesario para producir hemoglobina —una parte de las células sanguíneas—. Ante la deficiencia de hierro, el cuerpo no puede producir glóbulos rojos. Esto significa que los tejidos y órganos no obtendrán suficiente oxígeno, situación que podría conducir a problemas de aprendizaje y comportamiento, así como al desarrollo de anemia ferropénica.

Los síntomas incluyen falta de energía, dificultad para respirar, dolor de cabeza, irritabilidad, vértigo o pérdida de peso. Las señales físicas de la ferropenia incluyen una lengua pálida y uñas con forma de cuchara.

Las personas, sin importar la edad, pueden obtener hierro al consumir ciertos alimentos, como carne, verduras de hoja verde oscuro y legumbres. El hierro también se agrega a algunos productos comerciales, como a la fórmula infantil y los cereales.

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Recomendaciones

  • Limita la cantidad de leche que beben tus pequeños a unas 16-24 onzas líquidas (473-710 mililitros) por día.
  • Sirve cereal infantil fortificado con hierro hasta que los niños tengan entre 18 y 24 meses.
  • Combina alimentos ricos en hierro con aquellos que contengan vitamina C —tomates, brócoli, naranjas y fresas—. Recuerda que la vitamina C mejora la absorción del hierro.
  • Evita servir café o té a la hora de la comida, ambas bebidas contienen taninos que reducen la absorción del hierro por parte del cuerpo.

La anemia por deficiencia de hierro puede diagnosticarse durante un chequeo médico. Un especialista puede considerar la posibilidad de deficiencia de hierro en un niño mayor que está cansado y se ve débil. Si es el caso de tu hijo, habla con el médico sobre la dieta y el crecimiento del niño. Con el tratamiento correcto, podrá recuperan su apetito y se sentirá mejor.

 

Vía: Kids Health