No sólo se trata de un asunto de apariencia, la obesidad es una enfermedad que aumenta el riesgo de sufrir otros problemas de salud crónicos y graves, como enfermedad del corazón, diabetes tipo 2, presión arterial alta, artritis y ciertos tipos de cáncer.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la evaluación de obesidad utiliza una cifra llamada IMC (índice de masa corporal) para averiguar si hay sobrepeso u obesidad. El IMC es una cifra que se basa en el peso y la estatura. Aunque es difícil medir la cantidad de grasa corporal, esta cifra permite hacer una estimación bastante precisa.

Todas las personas pueden medir su IMC con una calculadora en línea. Los resultados estarán en una de estas categorías:

  • Menos de 18.5: Peso insuficiente.
  • Entre 18.5 y 24.9: Peso saludable.
  • Entre 25 y 29.9: Sobrepeso.
  • 30 o más: Obesidad.
  • 40 o más: Obesidad grave, también conocida como obesidad mórbida.

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En general, una evaluación de obesidad se usa para averiguar si existe un peso que no es saludable. Si la evaluación muestra que hay sobrepeso u obesidad, el médico encargado averiguará si esto se debe a un problema médico. También será un apoyo para saber lo que se puede hacer para bajar de peso.

¿Por qué necesito una evaluación de obesidad?

La mayoría de los adultos y niños mayores de seis años deben acudir con un médico para calcular su IMC al menos una vez por año. Si un especialista determina que su IMC está alto o ha aumentando, puede recomendarle medidas para prevenir el sobrepeso o la obesidad.

Además del IMC, la evaluación de obesidad puede incluir:

  1. Un examen físico.
  2. Una medición alrededor de la cintura (perímetro abdominal).
  3. Análisis de sangre para averiguar tienes diabetes o problemas médicos que estén causando el aumento de peso.

¡Cuídate! Acude a chequeos médicos con frecuencia y mantén un estilo de vida saludable.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos