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Hay muchas maneras en las que los adultos pueden ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar un enfoque saludable de alimentación y ejercicio. A continuación te mencionamos algunas de ellas, cortesía de Michigan Medicine, en Estados Unidos:

  1. Evita castigar o recompensar a tus hijos con comida.
  2. Sé un buen modelo a seguir para la alimentación saludable y el ejercicio.
  3. Sé un buen modelo a seguir al tener una visión positiva de ti misma(o), independientemente de la forma y el tamaño de tu cuerpo. (Si esto es una lucha para ti, mantén el diálogo interno positivo, especialmente con los niños y adolescentes).
  4. Examina tus propios pensamientos sobre la comida, tu peso, tu cuerpo y tu forma. ¿Estás siempre a dieta? ¿Te enfadas o te pones ansiosa(o) si te pierdes un entrenamiento? Recuerda que eres un poderoso modelo a seguir para tu hija o hijo.
  5. Evita juzgar el peso y el tamaño de otras personas frente a tu niño(a) o adolescente.
  6. No molestes ni critiques a tu hijo(a) por su peso o forma.
  7. Evita alentar a una persona joven a perder peso. Exprese amor y preocupación por tu hijo(a) o adolescente, independientemente de su peso. Si estás preocupada(a) por la salud de tu hijo(a), pídele al médico de tu hijo(a) que te aconseje a ti y a tu niño juntos.
  8. Habla con tu adolescente si desea hacer dieta. Descubre por qué cree que debería hacerla, cuál es su objetivo de peso y cómo quiere perderlo. Si un(a) adolescente tiene sobrepeso, pídele que hable con un profesional de la salud que pueda darle consejos sobre cómo hacer dieta de manera segura.