De acuerdo con la Fundación Española del Corazón (FEC), el consumo de frutos secos es imprescindible en una dieta sana y equilibrada. Por esta razón, se recomienda la ingesta de tres a siete raciones semanales de aproximadamente 20 o 30 gramos.

Algunos de los frutos más saludables son las nueces, las avellanas, los anacardos o las almendras, y su composición «incluye menos del 50% de agua y un bajo contenido de hidratos de carbono, pero son ricos en proteínas y grasas», señalaron.

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Beneficios

Las avellanas se caracterizan por su composición nutricional rica en «ácidos grasos insaturados, monoinsaturados, fibra, fósforo, magnesio, calcio, hierro, potasio, vitamina E, vitamina B6, folatos, tiamina y niacina», tal y como detalló la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

  1. Brindan energía. Como ocurre con otros frutos secos, las avellanas contienen poca agua y un alto porcentaje energético.
  2. Aportan fibra y no tienen colesterol. Por tanto, contribuyen al funcionamiento normal del aparato digestivo y regulan el tránsito intestinal.
  3. Contienen vitamina E, al igual que un elevado contenido en folatos. Así, contribuyen a frenar el estrés oxidativo celular y a prevenir el desarrollo de enfermedades.
  4. Protegen al corazón de patologías coronarias y equilibran los niveles de colesterol HDL y LDL.
  5. Aportan vitamina B6, tiamina y niacina que contribuyen al metabolismo energético normal. Los altos niveles de minerales como el fósforo, el magnesio, el potasio o el calcio mejoran el sistema nervioso y muscular.

Recuerda que es mejor consumirlas en crudo y sin sal. No es aconsejable ingerirlas en grandes cantidades porque, como todos los frutos secos, aportan muchas calorías. Si tienes dudas, acércate a un especialista en nutrición.

 

Vía: 20 minutos.es