¿Sabías que los movimientos de una persona proporcionan datos sobre su estado de salud? Cuando se trata del sistema musculoesquelético, la información derivada de un análisis de movimiento puede ayudar a determinar el tratamiento adecuado a seguir en el área de rehabilitación y ortopedia.
“El análisis de movimiento es una herramienta que permite obtener información de cómo se ejecuta una actividad motora, lo que es útil para el seguimiento del tratamiento ortopédico o de rehabilitación”, explicó Ivett Quiñones Urióstegui, investigadora del Laboratorio de Análisis de Movimiento del Instituto Nacional de Rehabilitación (LAM-INR).
Esta técnica también permite desarrollar herramientas de entrenamiento de alguna actividad motriz o cinética y corregir gestos motores deportivos.
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De acuerdo con Quiñones Urióstegui, en el LAM-INR se evalúa el movimiento de los pacientes, con el objetivo de identificar patrones anormales.
“El análisis de movimiento consiste en aplicar técnicas de evaluación, que proporcionan información cuantitativa de parámetros físicos relacionados con el movimiento a través de la biomecánica, mediante la cinética y la cinemática”, detalló.
Durante este tipo de pruebas, se estudia en los pacientes: marcha, aceleración y posición en el espacio, y ciclos de movimiento.
Todo ello, con el fin de medir con precisión la movilidad de las personas, identificar el control neuromuscular anormal, desórdenes musculares, y prevenir lesiones.
¿Cómo identificar problemas musculares?
Existen varias razones por las que pueden dañarse los músculos. Las enfermedades musculares pueden causar debilidad, dolor o inclusive parálisis. Algunas causas conocidas son:
- Exceso de uso o lesiones, como torceduras y distensiones, calambres o tendinitis.
- Genéticas, como la distrofia muscular.
- Cáncer.
- Inflamación, como la miositis.
- Enfermedades de los nervios que afectan a los músculos.
- Infecciones.
- Algunas medicinas.
En caso de identificar problemas de movilidad, te recomendamos acudir con un médico para que evalúe tu caso. De no hacerlo, podría continuar la degeneración de tu sistema musculoesquelético, dañando tu calidad de vida.
Vía: Notimex/ Medline Plus
