Los analgésicos -también conocidos como pastillas contra el dolor- suelen ser un tipo de medicamento al que recurre un gran sector de la población cuando presenta alguna dolencia.

La popularidad de este tipo de fármacos se debe, en gran parte, a dos factores fundamentales:

1. Son de venta libre, es decir, no se requiere de receta médica para poder comprarlos.

2. Cuentan con el respaldo de cientos de anuncios publicitarios en casi todos los medios de comunicación.

Se calcula que cada año una persona gasta una gran cantidad de dinero en medicamentos de venta libre que prometen aliviar todo tipo de problemas de salud integral, entre los que se destacan los analgésicos.

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Pero, ¿qué tan efectivos son realmente este tipo de medicamentos?

Mitos

Comúnmente, los analgésicos de venta libre suelen prometer el alivio de diversas afecciones, desde dolores de cabeza hasta indigestión y resfriados, pasando por contracturas musculares, indicó el doctor Christoffer Van Tulleken, egresado del King’s College School, en Inglaterra.

Sin embargo, la gran mayoría de ellos en realidad no alivian la dolencia que prometen aliviar, aseguró el experto, quien realizó una investigación al respecto.

El doctor explicó que, cuando estos medicamentos ingresan a la sangre, “no hay manera de dirigir su contenido específicamente a una parte del cuerpo”.

“Acabas con la misma cantidad de medicamento en tu dedo que en la cabeza”, comento, lo que significa que realmente no funcionan para aliviar un dolor en una parte específica del cuerpo.

Comprar un analgésico para aliviar un dolor de cabeza, otro para el dolor de articulaciones y uno más para las molestias menstruales es lo mismo que tirar el dinero, expuso.

“No debemos dejarnos engañar por el marketing ni su publicidad”, subrayó el especialista.

Verdades

Adquirir y abusar de esta clase de medicamentos no solamente es un desperdicio de dinero, sino que puede llegar a ser riesgoso para la salud integral, advirtió el doctor Van Tulleken.

Esto sucede porque la gran mayoría de los analgésicos de venta libre contienen los mismos compuestos químicos, por lo que tomar más de uno a la vez puede llevar a una persona a padecer sobredosis.

Cuando se sienta dolor, ya sea general o en una parte específica del cuerpo, lo ideal es descansar, realizar técnicas de relajación y, si el dolor no cesa, acudir con un especialista en salud, ya que solamente alguien capacitado puede indicar cuál es la mejor solución.

 

Vía: BBC