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Un ataque isquémico transitorio (AIT), también llamado mini evento vascular cerebral, es un bloqueo temporal del flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que a menudo indica que se avecina un evento cerebrovascular mayor.

Síntomas de un AIT

Las señales de advertencia de un AIT son las mismas que las de un derrame cerebral, e incluyen:

  • Problemas de equilibrio
  • Problemas de visión
  • Cara caída
  • Debilidad en los brazos
  • Dificultad para hablar

Debido a que los síntomas de un AIT pueden desaparecer en cuestión de minutos, las personas suelen descartar la gravedad de la situación. «Descubrimos que muchos pacientes están retrasando la atención debido a la pandemia; tienen miedo de acudir al hospital», compartió la doctora Spozhmy Panezai, neuróloga vascular y directora clínica del Programa Integral de Eventos Vasculares Cerebrales en el Centro Médico JFK (Estados Unidos).

“La gente puede pensar que una vez que estos síntomas desaparecen, están fuera de peligro, pero eso simplemente no es cierto. La evaluación y el tratamiento oportunos son esenciales para evitar que ocurra un evento vascular cerebral (EVC) mayor en el futuro», subrayó la especialista.

Conoce más: 6 consejos para reducir tu riesgo de evento vascular cerebral

¿Qué sucede durante un AIT y por qué precede a un EVC mayor?

Los síntomas de un AIT son muy similares a los de un EVC isquémico porque ambos son causados ​​por coágulos de sangre. En un mini evento vascular cerebral, el coágulo de sangre finalmente se abre y esto hace que los síntomas desaparezcan. El cerebro solo se ve privado de oxígeno temporalmente y, por lo tanto, no se producen daños a largo plazo.

Sin embargo, en un derrame cerebral en toda regla, el coágulo no se abre por sí solo y el cerebro se ve privado de oxígeno el tiempo suficiente para causar un daño permanente.

Los mini eventos cerebrovasculares pueden ocurrir antes que los más grandes como advertencia. Ambos tienen los mismos factores de riesgo, que incluyen presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, tabaquismo y obesidad, que en conjunto pueden causar la acumulación de placa en las arterias que puede provocar coágulos de sangre.

Tratamiento

Un mini EVC se puede tratar con medicamentos que ayudan a prevenir la coagulación de la sangre o con cirugía, si es necesario. Esto ayudará a prevenir que ocurra un derrame cerebral más grande en el futuro.

Hábitos saludables para prevenir un EVC

Elegir un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir tu riesgo de evento vascular cerebral. De hecho, hasta el 80% de los eventos cerebrovasculares se pueden prevenir. Por ello, aquí te brindamos algunos consejos:

  • Prepara comidas y bocadillos saludables con frutas y verduras.
  • Haz de la actividad física una prioridad.
  • Deja de fumar y limita el consumo de alcohol.

 

Vía: Hackensack Meridian Health