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La mantequilla no es exactamente un alimento saludable. Su alto recuento de calorías y su contenido de grasas saturadas lo colocan, «a veces», en la categoría de opciones de alimentos para adultos.

De todas formas, aunque los adultos deseemos limitar nuestra ingesta de mantequilla como parte de una dieta equilibrada, ¿los bebés deben ejercer la misma moderación frente a un croissant o pastel de mantequilla? Las necesidades nutricionales de los bebés y los adultos son distintas, pero cuando se trata de la mantequilla, ¿cuán diferentes son?

¿Es la mantequilla segura para los bebés?

Aparte de la rara posibilidad de una alergia a los lácteos, la mantequilla es segura para los bebés.

Al contener grasa pura, aporta alrededor de 100 calorías, 11 gramos de grasa, prácticamente ninguna proteína y 0 carbohidratos por cucharada, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Cabe mencionar que su contenido de grasa puede contribuir al desarrollo saludable del bebé de varias maneras positivas.

Además, debido a su textura suave y cremosa, la mantequilla no representa un peligro de asfixia para los bebés. Siempre que la untes de forma fina o la incorpores a otros alimentos suaves, debería bajar hasta el estómago de tu nena o nene con bastante facilidad.

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Cuándo introducir la mantequilla a los bebés

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) establece que puedes darle al bebé una amplia variedad de sólidos saludables a partir de los 6 meses de edad, o cuando tu pequeño(a) muestre signos de estar listo(a).

No tienes que seguir ningún orden en particular respecto a los grupos de alimentos que desees introducir ni cuándo.

Si bien es posible que la mantequilla no se encuentre entre los primeros alimentos que debutarán en la mesita de la silla alta, y probablemente desees servirla untada en algo, en lugar de como un trozo individual, los niños deben estar listos para consumirla partir de los 6 meses de edad.

Solo recuerda que para detectar alergias alimentarias o reacciones adversas en tu hijo(a), es mejor limitar los sólidos a un alimento nuevo a la vez.

Cuando estés listo(a) para comenzar con la mantequilla, intenta servirla con algo que tu hijo(a) ya haya probado.

 

Vía: Healthline