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Como fenómeno exclusivo de los seres humanos, el llanto es una respuesta natural a una variedad de emociones, que van desde una profunda tristeza y dolor hasta una felicidad y alegría extremas. Pero, ¿llorar es bueno para la salud? La respuesta parece ser que SÍ. Los beneficios médicos del llanto se conocen desde la era clásica. Los pensadores y médicos de la antigua Grecia y Roma postulaban que las lágrimas actúan como un purgante, drenándonos y purificándonos. El pensamiento psicológico actual coincide en gran medida, enfatizando el papel del llanto como un mecanismo que nos permite liberar el estrés y el dolor emocional, así lo explica Leo Newhouse, trabajador social en Neurología del Centro Médico Beth Israel Deaconess, afiliado a la Universidad de Harvard.

El llanto es una válvula de seguridad importante, en gran parte porque mantener guardados los sentimientos difíciles —lo que los psicólogos llaman afrontamiento represivo— puede ser malo para nuestra salud. Diversos estudios han relacionado el afrontamiento represivo con un sistema inmunológico menos resistente, enfermedades cardiovasculares e hipertensión, así como con problemas de salud mental, dígase el estrés, la ansiedad y la depresión. También se ha demostrado que el llanto aumenta el comportamiento de apego, fomenta la cercanía, la empatía y el apoyo de amigos y familiares.

No todas las lágrimas son iguales

Los científicos dividen el producto líquido del llanto en tres categorías distintas: lágrimas reflejas, lágrimas continuas y lágrimas emocionales. Las dos primeras categorías realizan la importante función de eliminar desechos como el humo y el polvo de nuestros ojos. También lubrican nuestros ojos para ayudar a protegerlos de infecciones. Su contenido es 98% de agua.

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Es la tercera categoría, las lágrimas emocionales (que eliminan las hormonas del estrés y otras toxinas de nuestro sistema), la que potencialmente ofrece la mayor cantidad de beneficios para la salud. Los investigadores han establecido que el llanto libera oxitocina y opioides endógenos, también conocidos como endorfinas. Estos productos químicos para sentirse bien ayudan a aliviar el dolor físico y emocional. La cultura popular, por su parte, siempre ha sabido el valor de un buen llanto como una forma de sentirse mejor, y tal vez incluso de experimentar placer físico. Los millones de personas que vieron películas clásicas que te hacen sacar lágrimas como Amor sin barreras o Titanic (entre otras) probablemente darán fe de ese hecho.

¿Cuándo pueden ser un problema las lágrimas?

Existen momentos en los que el llanto puede ser signo de un problema, especialmente si ocurre con mucha frecuencia y/o sin razón aparente, o cuando comienza a afectar las actividades diarias o se vuelve incontrolable. Por el contrario, es posible que las personas que padecen ciertos tipos de depresión clínica en realidad no puedan llorar, incluso cuando deseen hacerlo. En cualquiera de estas situaciones, es mejor consultar a un profesional médico que pueda ayudar a diagnosticar el problema y sugerir el tratamiento adecuado.

Consideraciones finales

Por más desafiante que sea, la mejor manera de manejar los sentimientos difíciles, incluyendo la tristeza y el dolor, es abrazarlos. Es importante permitirte llorar si te apetece. Asegúrate de tomarte el tiempo y encontrar un lugar seguro para hacerlo si es necesario. Muchas personas asocian el llanto durante el duelo con la depresión, cuando en realidad puede ser una estrategia de curación. Enseñar a los niños y adultos jóvenes que está bien llorar puede reducir los comportamientos negativos de salud y ayudarlos a tener una vida más plena.

 

Vía: Harvard Medical School