Mucho se dice acerca del consumo de leche, incluso se recomienda reemplazarla por versiones orgánicas durante la edad adulta, pero ¿realmente necesitamos beberla como parte de una dieta saludable? Este producto natural aporta nutrientes clave, como calcio, proteínas, potasio y fósforo. De acuerdo con especialistas, contiene más minerales por caloría que cualquier otro alimento encontrado en la dieta de los adultos.

En este sentido, es difícil equiparar los beneficios que aporta la leche natural, con aquellos que brindan los productos a base de plantas, como la leche de almendras, coco, soya, pistacho, girasol, entre otras, las cuales se promocionan como más saludables.

¿Quién debe tomarla y cuál es la cantidad idónea? La cantidad depende de la edad. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomienda lo siguiente.

  • Niños de 2 a 3 años: 2 tazas o raciones de leche al día.
  • Niños de 4 a 8 años: 2 ½ tazas o raciones de leche al día.
  • De 8 años en adelante: 3 tazas o raciones de leche al día.

A decir de especialistas, la leche aporta diferentes beneficios, dependiendo de las necesidades de cada persona. Presta atención a lo siguiente.

Niños

Durante la infancia, los lácteos son importantes para el crecimiento y la salud ósea, así como para tener dientes sanos. En los niños, evitar la leche a largo plazo se asocia con menor estatura, menor masa mineral ósea y un mayor riesgo de fracturas antes de la pubertad.

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Adolescentes

El consumo de productos lácteos es esencial para la salud ósea durante la adolescencia, cuando se produce el desarrollo y se construye masa ósea, misma que se perderá en la edad adulta. Consumiendo lácteos se gana altura, masa muscular y densidad ósea.

Adultos

Además de mantener la salud de los huesos, las dietas ricas en potasio ayudan a nivelar la presión arterial. Los productos lácteos, especialmente el yogur y la leche líquida, proporcionan mucho potasio. Aunado a ello, la ingesta de productos lácteos se asocia con menor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.

Mujeres embarazadas

La importancia del calcio para el crecimiento óseo es evidente, incluso antes del nacimiento. Las dietas ricas en calcio se asocian con huesos más fuertes hasta los 6 a 9 años del niño. Es decir, las futuras madres que consumen leche, promueven la salud ósea del menor.

Adultos mayores

El consumo adecuado de calcio y proteínas en la dieta son fundamentales para lograr una máxima robustez de masa ósea durante el período de crecimiento esquelético, con el fin de prevenir la pérdida ósea y evitar la debilidad al llegar a la vejez.

 

Vía: Hola Doctor