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La inactividad física propia del estilo de vida actual ha tenido sobre el cuerpo un efecto devastador 2¿Para dónde vamos?

Un período de 50 o 100 años es muy corto para que se vean cambios genéticos en la raza humana. Sin embargo, mi predicción es que las generaciones que hoy padecen de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas van a morir a una temprana edad, por las enfermedades derivadas de ello. Al mismo tiempo, y probablemente motivados por esto, los seres humanos se van a empezar a dar cuenta, como lo han hecho a través de su proceso evolutivo, que el sedentarismo es un estilo de vida que amenaza la supervivencia de la raza humana. Visto desde otra perspectiva, los ciudadanos van a ser conscientes de que seguir prevaleciendo como especie y hacerlo con calidad de vida exige no fumar, bajarle al alcohol, hacer ejercicio y comer alimentos con una menor cantidad de calorías. La gente empezará a hacer más ejercicio al darse cuenta de que incluir actividad física en su vida diaria le restablece su equilibrio mental y físico.La inactividad física propia del estilo de vida actual ha tenido sobre el cuerpo un efecto devastador 1 int

Los estudios disponibles hoy muestran que el 31 % de la población mundial no cumple las recomendaciones mínimas de actividad física. Dada la alta incidencia de este factor en la ocurrencia de enfermedades, no hay duda de que en las próximas décadas éste tendrá que ser uno de los objetivos prioritarios en las políticas de salud pública, como lo ha sido la reducción del consumo de cigarrillo. La ciencia y la tecnología también trabajarán arduamente para contribuir con estos propósitos, por ejemplo, creando remedios que quiten el apetito y reduzcan la ingesta de calorías pero no de nutrientes; y los colegios y universidades le dedicarán más atención al tema otorgando créditos por la actividad física como ya lo están haciendo internacionalmente muchas instituciones educativas de alto nivel académico.

La tecnología que nos robó nuestro papel de creadores de fuerza y movimiento puede ser paradójicamente la que nos ayude a retomar el camino. Más allá de los avances médicos, es evidente que por estar inmersa en la vida diaria tiene un poder enorme y puede, por segunda vez en la historia, marcar un cambio decisivo. Ejemplo de ello es el uso que se le ha dado en algunos países a los mensajes de texto para promover y guiar la actividad física; las aplicaciones para smartphones que ayudan a comer mejor, hacer más ejercicio y monitorear la actividad física; y las redes sociales que se han convertido en un efectivo medio para promocionar maratones y carreras callejeras.

Las calorías que una ama de casa gastaba antes de la revolución industrial han bajado en aproximadamente el 70%. Esto podría explicar el sobrepeso en muchas mujeres. Pero la forma de solucionar este problema no es rechazar la tecnología y lavar la ropa a mano. La propuesta para las próximas décadas es aprovechar que tenemos la ayuda de la tecnología para que haga el trabajo menos agradable, mientras que la energía y el tiempo se lo dedicamos a poner nuestros cuerpos en movimiento. Y el hecho de que la respuesta al ejercicio esté asociada tanto a hormonas, como a cambios mentales y físicos ligados al placer nos dice que hay esperanza.

Cifras:

  • Inactividad física causa en el mundo entre el 6 y el 10% de las muertes por enfermedades no contagiosas
  • El sedentarismo causa el 9% de las muertes prematuras: 5.3 millones de personas en 2008.
  • La inactividad física incrementa la probabilidad de enfermedades no contagiosas en un 20 a 30% y disminuye la expectativa de vida entre 3 y 5 años.

 

Vía: Dr. John Duperly: es médico especialista en Medicina Interna y PhD en Ciencias del Deporte. Actualmente Profesor Asociado de la Universidad de los Andes, miembro del Consejo Directivo de Coldeportes y Director para Latinoamerica del Programa “Exercise is Medicine”