Por más que la ciencia y la medicina hayan avanzado a pasos agigantados durante los últimos años, es difícil aceptar que aún existe un gran número de enfermedades que no tienen una cura y, en algunos casos, que tampoco pueden prevenirse. La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una de ellas.

Mejor conocida simplemente por sus siglas ELA, se trata de una enfermedad degenerativa del sistema nervioso, la cual se caracteriza por destruir paulatinamente las neuronas que se encargan de la función del movimiento en el cuerpo.

La población más afectada por esta enfermedad son hombres entre 20 y 40 años de edad y en menor medida las mujeres”, indicó Gabriel Frontana Vázquez, coordinador de Medicina Interna del Hospital General Regional 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro.

Esta enfermedad “avanza de manera crónica hasta atrofiar los músculos al provocar su debilitamiento, espasmos e incapacidad para moverse”, explicó el especialista.

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Entre los síntomas de la ELA, destacan:

-Dificultad para levantar cosas, subir escaleras y caminar

-Dificultad para respirar

-Dificultad para pasar alimentos

-Problemas en el habla, como un patrón de discurso lento o anormal (arrastrando las palabras)

-Cambios en la voz, ronquera

-Depresión

-Calambres musculares

-Rigidez muscular

-Contracciones musculares

-Pérdida de peso

De acuerdo con el experto del IMSS, la ELA es progresiva y empieza generalmente en las extremidades. Aunque es ascendente no se trata de una parálisis tan rápida, empieza en las partes más lejanas del cuerpo y va subiendo, explicó.

Pese a que 1 de cada 10 casos se debe a un defecto genético, la causa de ELA se desconoce en la gran mayoría de los casos.

Tener un familiar que presente una forma hereditaria de la enfermedad es un factor de riesgo de ELA. Si este es el caso, los expertos recomiendan consultar a un genetista (profesional que es especialista en genética).

 

Vía: Notimex, Medline Plus