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ansiedadLos efectos negativos de la ansiedad en la salud, que incluyen aumento en el riesgo de enfermedad coronaria, están bien documentados y aceptados entre la comunidad médica. Pero ahora, nuevas investigaciones sugieren que los individuos con altos niveles de ansiedad tienen un mayor riesgo de evento vascular cerebral (EVC).

Investigadores de la Universidad de Pittsburgh publicaron en la revista Stroke los resultados de su estudio que señala que los trastornos de ansiedad – que se caracterizan por el miedo, la inquietud y la preocupación – afectan al menos al 20% de los adultos en los Estados Unidos, teniendo a menudo estos trastornos por lo menos una duración de 6 meses.

Un derrame cerebral ocurre cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, cortando el paso de oxígeno y nutrientes que son vitales para el cerebro. Cuando esto sucede, las células cerebrales mueren, y dependiendo de qué lado del cerebro se vea afectado, los efectos pueden incluir parálisis, problemas de visión o habla, pérdida de memoria y cambios de comportamiento.

“La ansiedad es una condición muy común en la población general”, señala Maya Lambiase, estudiante postdoctoral en la Universidad de Pittsburgh y autora principal del estudio. Sin embargo, agrega, la anisedad es un “comportamiento modificable”. En este sentido, agregó, la “evaluación y tratamiento de la ansiedad tiene el potencial de mejorar no sólo la calidad de vida en general, sino también reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, tales como apoplejía».

Los investigadores dicen que su estudio es el primero en sugerir una relación entre altos niveles de ansiedad y un mayor riesgo de evento cerebrovascular, a pesar de otros factores de riesgo conocidos, como la depresión .

Los individuos con altos niveles de ansiedad, son 33% más propensas a sufrir un derrame cerebral, según esta investigación. Para realizar el estudio se analizó a más de 6 mil personas entre los 25 y los 74 años de edad que nunca hubieran sufrido un EVC. Estos participantes fueron parte del Examen de Salud y Nutrición Encuesta Nacional (NHANES), que involucró la recopilación de datos entre 1971 y 1975.

Los participantes completaron cuestionarios para evaluar su nivel de ansiedad y depresión, y los investigadores les dieron seguimiento durante 22 años, durante los cuales el equipo registró los eventos cerebrovasculares a partir de certificados de defunción, reportes hospitalarios y hogares de ancianos.

Los resultados mostraron que los participantes con los niveles más altos de ansiedad eran 33% más propensos a sufrir un derrame cerebral, en comparación con aquellos que estaban menos ansiosos. «La mayor parte de la atención hasta este punto había estado en depresión», dijo la Prof. Rebecca Thurston, coautora del estudio. «Estos resultados animan a los médicos a evaluar y tratar la ansiedad”, añade.

Los investigadores también encontraron que las personas que tenían niveles más altos de ansiedad eran más propensos a fumar y estar físicamente inactivo, lo que dicen también puede explicar algunos de los vínculos entre la ansiedad y el EVC. «Incluso un modesto incremento en la ansiedad se asocia con un aumento en el riesgo de evento cerebrovascular», señala Lambiase, «por lo que una mayor educación y concienciación de la gestión de la ansiedad es importante».