Aunque durante los últimos años el número de contagios por tuberculosis ha disminuido, es una enfermedad que aún se encuentra latente, por lo que combatirla sigue siendo un asunto de especial atención para las organizaciones de la salud. En cuanto a su recuperación, la alimentación de los pacientes tiene un papel fundamental.
“Se ha comprobado que la mayoría de pacientes con tuberculosis disminuyen su apetito, tienen el sentido del gusto alterado y padecen debilidad muscular”, compartió Sigrid Pimentel Martín, nutrióloga de la Secretaría de Salud Jalisco.
De acuerdo con Sigrid, las necesidades nutricionales de un paciente con tuberculosis son muy variables. Ya que estas dependen del proceso de la enfermedad, la edad del paciente y su estado nutricional previo a contraer la enfermedad.
“Para que el tratamiento por tuberculosis sea exitoso, debe estar acompañado de una dieta balanceada rica en proteínas como carne de res, pollo y pescado”, indicó la especialista.
La dieta también debe incluir carbohidratos complejos, como papa, camote, tapioca, arroz, trigo y cereales. “Se recomienda el consumo de grasas no saturadas como aceite de maíz o soya”, agregó.
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Tampoco deben faltar en la dieta de los pacientes con tuberculosis frutas y verduras, sobre todo las de color amarillo. Sigrid explicó que estas contribuyen a mejorar el sistema inmunológico.
Lo principal en la alimentación para la tuberculosis, destacó la nutrióloga, es el consumo de calcio. Al ser la leche y derivados una de las principales fuentes de este mineral, se pueden tomar libremente, señaló. No obstante, “una recomendación importante es evitar consumir leche recién ordeñada, se debe optar por consumir cualquier lácteo que tenga un proceso de pasteurización”, puntualizó.
Asimismo, “se deben evitar los ayunos prolongados, debido a que las alteraciones digestivas que tiene un paciente con tuberculosis pueden ocasionar otros síntomas como náuseas, vómitos o incluso gastritis”, explicó.
La Organización Mundial de la Salud destaca a la tuberculosis como una de las 10 principales causas de mortalidad en el mundo. Esta enfermedad es causada por una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una afección curable y que se puede prevenir. Se transmite de persona a persona a través del aire.
