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adulto-mayor-computadoraLos beneficios de algunos tipos de juego de video y de los simuladores puede ir mucho más allá de lo que hasta ahora se sabía. Un nuevo estudio parece haber encontrado que los adultos mayores que utilizaron juegos especiales de entrenamiento cerebral reportaron beneficios en su capacidad de caminar y en el balance frente a quienes no utilizaron el programa.

El caminar requiere que la gente preste atención y use varias capacidades de pensamiento. En teoría, los resbalones y las caídas son más comunes en gente mayor, no solamente por cuestiones físicas sino también por cuestiones de envejecimiento intelectual. Los participantes en este estudio tuvieron un promedio de 83 años de edad, señala Ranae L. Smith-Ray, líder del estudio en el Centro de Investigación en Salud y Envejecimiento de la Universidad de Illinois. “Debido a que sabemos de que existe una degradación con el envejecimiento, en participantes más viejos consideramos exitosa una intervención cuando se previene o se disminuye el decremento”.

En este sentido, Smith-Ray señala que la investigación encontró que el juego de computadora hizo exactamente eso, detuvo la velocidad en que disminuyó el balance y la velocidad al caminar.

Los investigadores dividieron de manera aleatoria a 51 hombres y mujeres con más de 70 años en dos grupos. Las personas en un grupo se les pidió que utilizara el programa de entrenamiento cerebral por computadora InSight durante un periodo de 10 semanas. Al segundo grupo estuvo bajo seguimiento pero no realizó ninguna actividad nueva.

Los integrantes del grupo de computadora jugaron tres juegos diseñados para entrenar la memoria visual y espacial, así como realizar toma de decisiones rápidamente. “Caminar es una actividad relativamente automatizada para los adultos jóvenes, pero se va volviendo menos automatizada para los adultos mayores”, comenta la investigadora. En este sentido, señala, caminar por una calle transitada requiere de procesos visuales y espaciales para identificar todos los obstáculos y señales.

Al cabo de diez semanas, los participantes que jugaron en computadora fueron capaces de levantarse y comenzar a caminar un par de segundos más rápido que los del grupo de control. Al iniciar el estudio el tiempo de respuesta en ambos grupos era igual.

Sin embargo, al final del estudio, en general los participantes que utilizaron los juegos de computadora no caminaron con mayor rapidez que los otros un tramo de 10 metros que se utilizó para la prueba. Pero en el caso de los participantes más lentos al inicio del estudio, que tardaron aproximadamente nueve segundos o más para caminar 10 metros, sí hubo una mejoría en la velocidad de caminado (estando alerta y distraídos) dentro del grupo que utilizó la computadora.

Los resultados de este estudio, publicados en The Journals of Gerontology: Series B, no pueden aplicarse de manera general, ya que no fueron capaces de demostrar si en la vida diaria de las personas estos juegos podrían efectivamente prevenir las caídas y tampoco integraron al estudio personas con demencia o problemas de aprendizaje.

El doctor Alfonso Fasano, especialista en Parkinson en el Instituto de Neurología de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma, quien no tuvo relación con el estudio, señaló a la agencia Reuters Salud, que «otra limitación importante de este estudio es que los resultados fueron evaluados inmediatamente del entrenamiento, el mayor obstáculo en el entrenamiento durante la vejez es que las mejoras disminuyen con el paso del tiempo”.

Fasano, consideró que «los autores deberían haber visto el resultado a largo plazo , y el realizado una evaluación del número de caídas y casi caídas».

Por su parte, Smith-Ray comenta que «las funciones ejecutivas son los procesos cognitivos que nos hacen humanos y controlan nuestra capacidad para planificar, establecer metas y tomar buenas decisiones«. El programa de entrenamiento cognitivo fue enfocado a las funciones ejecutivas, señaló, “por lo cual los participantes que se integraron al grupo de intervención tuvieron un mejor desempeño al caminar cuando estaban distraídos y mejor balance que los que se integraron al grupo de control”.

Otra de las ventajas que puede tener un buen entrenamiento cognitivo, señala al investigadora, es que éste se adapta al desempeño de los usuarios y cuando mejoran las tareas se vuelven más difíciles, así los participantes siempre tienen un reto.

Sin embargo, apunta Smith-Ray, se trata solamente de una parte de la imagen completa, pues los cambios físicos en el cerebro inciden en la movilidad, y existe evidencia de una “reserva cognitiva”, es decir que los años de una actividad física y social regular puede ayudar a retardar el declive cognitivo. “La mejor manera de lograr un envejecimiento cognitivo saludable es retar constantemente al cerebro”, afirmó.

 

Vía: Reuters Salud