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Es común que una persona que ha tenido un infarto cerebral, médicamente llamado evento vascular cerebral (EVC), se sienta triste y deprimida por las discapacidades que normalmente ocasiona. A veces, la lesión cerebral causada por el EVC puede dar lugar a depresión, y esta es una afección mental grave que necesita tratamiento, así lo advierte el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

Las personas con depresión pueden:

  • Sentirse negativas, desesperadas o con un bajo estado de ánimo.
  • Tener una pérdida notable de interés o placer en casi todas las actividades.

Asimismo, las personas deprimidas pueden:

  • Perder o ganar peso.
  • Tener aumento o disminución del apetito.
  • Tener dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado (suelen sentirse cansadas ​​todo el tiempo).
  • Sentirse inútiles o culpables.
  • Estar más irritables o enojadas.
  • Ser incapaces de concentrarse, recordar o tomar decisiones tan bien como lo hacían antes del EVC.
  • Tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Si tú o tu ser querido tiene señales de advertencia de suicidio, busquen ayuda médica de inmediato.

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RECUERDA: Las personas con depresión pueden ser reacias a buscar ayuda, ya que sienten que es un signo de debilidad personal, un defecto de carácter o que deberían poder «salir adelante» por sí mismas. Ahora sabemos que la depresión, al igual que otras afecciones médicas, tiene una base química y biológica. El tratamiento para la depresión es seguro y, por lo general, eficaz incluso para personas con depresión grave o que han sufrido un EVC.

Quizás te resulte difícil reconocer que estás deprimido(a). Si crees estarlo, habla con tu médico. Cuanto antes sepas si padeces depresión, más pronto podrás recibir tratamiento, el cual te ayudará a sentirte mejor.

 

Fuente: University of Michigan Health