Los eventos vasculares cerebrales [EVC] o infartos cerebrales espinales ocurren debido a bloqueos en el suministro de sangre hacia la médula espinal. Sin un suministro de sangre adecuado, la médula espinal no recibe el oxígeno y los nutrientes necesarios para funcionar.

La columna utiliza impulsos nerviosos para comunicarse con diferentes partes del cuerpo. En casos graves de EVC espinal, la falta de comunicación puede ocasionar parálisis y poner en peligro la vida.

A diferencia de otros eventos cerebrovasculares, los espinales no suelen interrumpir el suministro de sangre hacia el cerebro. Sin embargo, tienen causas similares. Los EVC espinales son raros y representan solo entre el 0.3% y el 1% de todos los infartos cerebrales.

La mayoría de los EVC de este tipo son isquémicos, lo que significa que son el resultado de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos.

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Con menor frecuencia, el sangrado por rotura de vasos sanguíneos puede provocar un derrame cerebral. Este tipo de EVC se conoce como infarto cerebral hemorrágico.

Los síntomas de los eventos cerebrovasculares en la columna pueden variar de persona a persona, dependiendo de la ubicación del EVC en dicha área. La gravedad del daño y la velocidad del tratamiento también influyen en la sintomatología.

Los síntomas incluyen:

  • Espasmos musculares
  • Dificultad para moverse
  • Entumecimiento
  • Incontinencia, pérdida del control de la vejiga
  • Hormigueo
  • Debilidad muscular
  • Parálisis
  • Dificultad para respirar
  • Dolor en el cuello o la espalda

Recuerda que en casos graves, un derrame cerebral puede ocasionar la muerte.

 

Fuente: Medical News Today