Los pacientes con COVID-19 tienen un mayor riesgo de sufrir infartos cerebrales graves, así lo informó un estudio publicado en la revista Stroke, que además encontró que el riesgo general de infarto cerebral es mayor en los pacientes más jóvenes.

Los investigadores analizaron datos de 432 pacientes con COVID-19 en 17 países que sufrieron eventos vasculares cerebrales (EVC), y descubrieron que eran más propensos a desarrollar una oclusión de vasos grandes (LVO, por sus siglas en inglés) que los pacientes con infarto cerebral de la población general.

Los infartos cerebrales con LVO son causados ​​por un bloqueo en una de las arterias principales del cerebro y suelen ocasionar síntomas más graves. Casi el 45% de los EVC en los pacientes con COVID-19 fueron LVO, en comparación con el 24% al 38% de los EVC isquémicos registrados en la población general que fueron LVO.

Más de un tercio de los pacientes con COVID-19 e infarto cerebral eran menores de 55 años y casi la mitad eran menores de 65. En la población general, el 13% de los EVC ocurrieron en personas menores de 55 y el 21% en personas menores de 65.

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El estudio también encontró que los eventos cerebrovasculares menos graves generalmente no se diagnosticaban. La mayoría de estos EVC ocurrieron en pacientes críticamente enfermos o en pacientes en unidades de salud saturadas.

Los resultados son relevantes porque un infarto cerebral leve puede ser un factor de riesgo importante para un EVC más grave en el futuro, según el Grupo de Estudio de Eventos Vasculares Cerebrales y COVID-19.

«Nuestra observación de una gravedad promedio más alta por infarto cerebral en países con una menor inversión en atención médica puede reflejar una menor capacidad para el diagnóstico de EVC leve durante la pandemia, pero esto también podría indicar que los pacientes con síntomas leves de EVC se negaron a presentarse en los hospitales», comentó el doctor Ramin Zand, neurólogo vascular y científico clínico del Geisinger Health System, en Pensilvania, y líder del citado grupo.

Dicho equipo internacional de expertos se formó poco después de que se comenzara a examinar el vínculo entre la COVID-19 y el riesgo de infarto cerebral durante la pandemia.

En la primera fase, el grupo descubrió que los pacientes hospitalizados con COVID-19 tenían un riesgo general de EVC del 0.5% al ​​1.2%. Esto demuestra que, si bien los pacientes con COVID-19 tienen un mayor riesgo de infarto cerebral, el riesgo general es bajo, subrayaron los investigadores.

 

Fuente: Health Day News