La vitamina A se conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo, colabora con el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano, ayuda también a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sanos.

Fuentes

Se encuentra en las grasas animales, como la nata y la manteca, y muy especialmente en el aceite de hígado de bacalao o atún. También en la yema del huevo, en las verduras como las zanahorias, las espinacas, los tomates, las lechugas y en el melón, frutas de color naranja y amarillo.

Deficiencia

Su carencia prolongada provoca disminución del peso y detención del desarrollo corporal, con predisposición a las enfermedades infecciosas en especial en los pulmones (como la pulmonía), aparición de afecciones oculares, frenando el recambio de piel y las mucosas.

Exceso

Se pueden producir hemorragias intestinales y pulmonares, anemia, alopecia y adelgazamiento, por lo que será muy importante un alimentación adecuada que permita mantener un equilibrio entre la vitamina A y D, en especial para evitar problemas en lo referente a los huesos y su proceso de calcificación.

 

Vía: Nutrición y salud, claves para un alimentación sana. Las vitaminas. Página 91. 2009