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Es bien sabido que en las mujeres, las hormonas pueden causar estragos en sus estados de ánimo y en el apetito, pero ¿sabías que también pueden desempeñar un papel enorme en la cantidad de sueño obtenido cada noche? «El insomnio es mucho más común en las mujeres que en los hombres», afirma la doctora Christine Won, especialista en sueño de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale. «Esto puede ser causado por una variedad de razones, ya sean psicológicas, sociales y/o fisiológicas».

Conoce a tus hormonas

Tu cuerpo tiene 50 hormonas, cada una de las cuales hace importantes trabajos de arranque o detención de ciertas funciones biológicas. Las dos principales hormonas femeninas son el estrógeno y la progesterona. El estrógeno, la hormona sexual femenina más importante, ayuda a controlar el ciclo menstrual mensual. Se produce en los óvulos femeninos, las glándulas suprarrenales y el tejido graso. Existen tres tipos de estrógeno: el estradiol (prevalente en mujeres en edad fértil), el estriol (producido durante el embarazo) y la estrona (estrógeno producido después de la menopausia).

La progesterona, prima del estrógeno, es la hormona que ayuda a mantener el embarazo. Se produce en los óvulos, las glándulas suprarrenales y la placenta (cuando la mujer está embarazada). Conocida como la «hormona relajante», la progesterona tiene un efecto ligeramente sedante.

Los niveles de ambas hormonas suben y bajan a lo largo de la vida de una mujer, afectando su sueño durante este caminar. Estas son algunas de las principales formas en que lo hacen:

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Menstruación

La mayoría de las niñas comienzan a menstruar entre los 10 y 15 años de edad, iniciando un ciclo de fluctuaciones hormonales de por vida que pueden afectar el sueño. De hecho, los estudios muestran que no es sino hasta la pubertad cuando se manifiestan las diferencias en el sueño entre niños y niñas.

En la semana previa a su período, los niveles de progesterona de una mujer subirán, a fin de que su cuerpo esté preparado para un embarazo potencial. Si no hay embarazo, los niveles de progesterona disminuyen drásticamente, causando que el revestimiento uterino se desprenda e inicie el ciclo menstrual. Inmediatamente antes de que comience la hemorragia, los niveles de progesterona de una mujer descienden dramáticamente, por lo que algunas mujeres pueden encontrar realmente difícil conseguir un sueño de calidad en esos días de «síndrome premenstrual». Después de la menstruación, los niveles de progesterona nuevamente se elevarán poco a poco, permitiendo que los «dulces sueños» regresen más fácilmente.

Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) pueden tener períodos irregulares, niveles más altos de testosterona y niveles más bajos de progesterona. Dichas irregularidades en las hormonas pueden exacerbar las dificultades para dormir. Además, los estudios muestran que las mujeres con SOP tienen un mayor riesgo de desarrollar apnea del sueño (trastorno que hace que una persona deje de respirar por breves períodos durante toda la noche).

CONSEJOS: Si no has tenido un sueño de calidad en los días antes de que comience tu período, haz del ejercicio diario una prioridad. Esto asegurará que te sientas agotada al momento de acostarte. Asimismo, relájate un poco antes de ir a la cama, para que tengas un poco más de tiempo para descansar. Finalmente, evita la nicotina y la cafeína.

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Embarazo

Los nueve meses de embarazo pueden ser un atolladero de hormonas rebeldes, ya que tanto la progesterona como el estrógeno se remolinan a través de tu cuerpo para apoyar al feto en crecimiento. Durante el primer trimestre, los niveles de progesterona aumentan exponencialmente para ayudar a mantener el músculo del útero relajado e impulsar al sistema inmunológico del cuerpo. Los niveles de estrógeno también se disparan en el primer trimestre: Una mujer produce más estrógeno durante un embarazo que durante todo el resto de su vida. Esta puede ser la razón por la que las mujeres dicen sentirse somnolientas y toman más siestas durante las primeras 12 semanas de embarazo. En el tercer trimestre, los niveles de progesterona y estrógeno incluso desaparecen. Pero para entonces, otros factores como la micción frecuente, el síndrome de piernas inquietas y los problemas para respirar, pueden dificultar el sueño.

CONSEJOS: No hay mucho que puedas hacer sobre tus hormonas fluctuantes y los cambios en tu cuerpo durante el embarazo, pero la doctora Won recomienda dormir con la cabeza elevada. Esto ayuda a reducir el reflujo relacionado con el embarazo y los ronquidos, lo cual puede hacer que te despiertes por la noche. También recomienda explorar terapias cognitivas y conductuales, así como técnicas de relajación.

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Menopausia

Cuando una mujer se acerca a la menopausia, sus niveles hormonales fluctúan dramáticamente, causando sudores nocturnos y sofocos, que pueden despertar al cerebro durante el sueño. Además, tener niveles más bajos de progesterona hace que algunas mujeres se pongan irritables y sean menos capaces de relajarse.

La investigación también sugiere que la progesterona y el estrógeno pueden proteger a las mujeres contra la apnea del sueño, pero la menopausia cancela ese beneficio. Las mujeres mayores tienen la misma probabilidad de desarrollar apnea del sueño que los hombres. Si padeces esta condición, la privación de oxígeno puede despertarte varias veces durante la noche. Otros trastornos del sueño también se vuelven más comunes con la menopausia. Estudios han revelado que las mujeres pasan menos tiempo en el sueño de movimiento ocular rápido (MOR) y, cuando se despiertan, sienten haber descansado poco.

Durante esta etapa de la vida, las hormonas no son las únicas que interrumpen tu capacidad para dormir bien. «No es tan ‘blanco y negro’ que la reducción de las hormonas disminuya el sueño», indicó la doctora Lubna Pal, endocrinóloga de Yale Medicine. Los síntomas de la menopausia, incluyendo sofocos y sudores nocturnos, pueden ser la base de muchos de los problemas del sueño.

 

Vía: Yale Medicine