hipertensión pulmonarSi bien la hipertensión pulmonar es una enfermedad rara, más del 90% de los pacientes diagnosticados fallecen cada año —pues compromete directamente la estabilidad del corazón—, especialmente mujeres en edad productiva.

Es importante no descartar esta afección en personas con problemas para respirar, debido a que suele confundirse con asma y enfermedades pulmonares o cardíacas.

¿Qué es la hipertensión pulmonar? Se trata de una presión anormalmente alta en las arterias de los pulmones, lo cual hace que el lado derecho del corazón se esfuerce más de lo normal. El descubrimiento tardío de este padecimiento crónico-letal, hace perder entre 2.5 y tres años a los pacientes, antes de llegar a un tratamiento adecuado.

Actualmente, los especialistas exhortan a sospechar de la presencia de esta enfermedad en personas que presenten disnea —dificultad para respirar— y fatiga.

Hipertensión pulmonar: padecimiento desconocido

La hipertensión pulmonar se divide en cinco grupos, aunque las más frecuentes son la ideopática —de origen desconocido— y la tromboembólica crónica (HPTEC), que surge a raíz de otros padecimientos.

Aunque la enfermedad es mortal, también es altamente curable mediante cirugía y terapias innovadoras, por ello, debe prestarse atención cuando una persona «tiene color azul en los labios, fatiga, irritabilidad y sensación de falta de aire».

En cuanto a la hipertensón pulmonar tromboembólica crónica, 70% de los casos responden a enfermedades cardíacas y 20% a padecimientos respiratorios, mientras que el resto obedece a otras afecciones.

De acuerdo con Medline Plus, algunas serían:

• Enfermedades autoinmunitarias relacionadas a los pulmones —como la esclerodermia o la artritis reumatoidea—.
• Anomalías congénitas del corazón.
• Coágulos sanguíneos en el pulmón —embolia pulmonar—.
• Insuficiencia cardíaca.
• Enfermedad de las válvulas del corazón.
• Infección por VIH.
• Niveles bajos de oxígeno en la sangre durante un largo tiempo.
• Enfermedad pulmonar —como EPOC o fibrosis pulmonar—.
• Medicamentos —por ejemplo, ciertos fármacos para adelgazar—.
• Apnea obstructiva del sueño.

 

Vía: Medline Plus/ Notimex