Practicar un deporte organizado ofrece múltiples beneficios a los niños y adolescentes. Sin embrago, es conveniente mantener una adecuada higiene, de lo contrario, se corre el riesgo de contraer alguna infección, indicaron especialistas estadounidenses.

Entrar a un equipo deportivo es una forma divertida, desafiante y saludable de que los jóvenes practiquen el trabajo en equipo y la deportividad, pero deben comprender la importancia de una buena higiene”, indicó el doctor H. Dele Davies, miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con el experto, la mayoría de las infecciones relacionadas con la práctica de algún deporte se propagan mediante el contacto con la piel, la comida o el agua contaminadas, las gotitas respiratorias o las partículas aéreas.

Además de ducharse y lavarse las manos, se debe disuadir a los deportistas de compartir sus botellas de agua, toallas, protectores bucales y otros artículos personales”, apuntó Davies.

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“Algunos gérmenes se pueden contraer en las salas de pesas, en las esterillas y en los vestuarios”, puntualizó por su parte la doctora Mary Anne Jackson, miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la AAP.

Los expertos en salud recomiendan a los jóvenes deportistas, así como a sus padres de familia y entrenadores, prestar atención a las siguientes recomendaciones:

-Enseñar a los estudiantes deportistas a seguir unos buenos métodos de higiene personal, como lavar los uniformes y evitar compartir bebidas o productos personales, como las rasuradoras.

-Invitarlos a seguir un plan para realizar una buena limpieza y mantenimiento del equipo deportivo.

-Explicarles que deben llevar a cabo una gestión adecuada de la sangre y otros fluidos corporales.

-Llevarlos a realizar un examen de rutina durante los entrenamientos, así como antes y después de los torneos o competiciones.

 

Vía: Health Day News