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Las hierbas y especias como el ajo, el jengibre, la equinácea y la cúrcuma se han usado durante mucho tiempo para tratar infecciones. El ajo, por ejemplo, contiene alicina, un compuesto que ayuda a las células inmunes a combatir a los invasores microbianos. Lo mismo hace el gingerol del jengibre, el cual le brinda a esta raíz sus propiedades antiinflamatorias y antibióticas.

De acuerdo con la doctora Alex Standring, de la línea de ayuda médica Dr. Morton, en Reino Unido, el ajo funciona como un prebiótico excelente para la microflora intestinal. «Puede apoyar a las bacterias buenas del intestino, que a su vez apoyan al sistema inmune, pero yo no lo consumiría en grandes cantidades».

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Por otro lado, el doctor Michael Head, investigador sobre salud global en la Universidad de Southampton, en Inglaterra, sugiere un remedio antiguo para otro síntoma que podría indicar contagio por coronavirus, el dolor de garganta. «Hacer gárgaras o chupar una cucharadita de miel están dentro de la guía del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido para aliviar síntomas como el dolor de garganta. Cabe señalar que no matarán al virus en sí, pero pueden ayudar a que el paciente esté un poco más cómodo», aconsejó el experto.

Un estudio que utiliza hierbas para tratar la COVID-19 está actualmente en curso en Estados Unidos. El trabajo es dirigido por Jeffrey Langland, virólogo y profesor asistente de investigación en el Centro de Biodiseño de Arizona para Inmunoterapia, Vacunas y Viroterapia. Sin embargo, los resultados no estarán disponibles hasta dentro de algunos meses.

«La evidencia en cuanto al uso de hierbas para tratar infecciones graves todavía no la tenemos», precisó Sandring. «Incluso si se demuestra que algunas tengan un efecto positivo, el problema serían los efectos secundarios potencialmente peligrosos y la toxicidad».

 

Vía: Patient