La congestión nasal causada por la gripe puede incluso alcanzar al oído y acumularse en la membrana del tímpano, provocando que se reviente. En los adultos, un tímpano perforado puede causar sordera o mareos de forma permanente.

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La gripe común puede tener drásticas consecuencias cuando no es cuidada o tratada de manera correcta, llegando a dañar el aparato auditivo. Esto ocurre porque el sistema respiratorio está interconectado, lo que quiere decir que, cuando estamos congestionados en pecho o nariz, esta congestión puede llegar hasta el oído y acumularse en la membrana timpánica. Si esto pasa, el tímpano puede reventarse causando dolor, sordera y mareos.

“La pérdida de audición es relativamente baja si la perforación es pequeña. En cambio, si el tímpano se destruye en más de dos tercios, la pérdida auditiva puede ser de 20 o 30 decibelios”, explica el otorrinolaringólogo Jean-Marc Juvanon, miembro de la Sociedad francesa de otorrinolaringología (SFORL).

Más grave en adultos que niños
María Angélica Torres Ornelas, otorrinolaringóloga adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 52 del IMSS en Jalisco, afirma que este tipo de daño auditivo es más común en niños- “En estos casos no quedan secuelas porque tienen mayor capacidad de regeneración del tímpano, no así en el caso de los adultos”, afirma.

La mayoría de los tímpanos perforados sanan en dos meses sin complicaciones. La pérdida de audición es usualmente temporal, aunque algunas personas experimentan un nivel de pérdida de audición permanente, no obstante, algunos tardan hasta dos meses en curar. La exposición al agua o a otro traumatismo puede dilatar el tiempo de curación. Las lesiones grandes o las que no sanan por sí solas podrían requerir cirugía.

Aparte de cuidar toda gripe que dure más de 4 o 5 días, lo recomendable es:

  • Cuidar a los niños, pues a menudo, se introducen objetos en el oído mientras juegan.
  • Cuidar sobre todo los casos de una otitis infantil, y llevar a los menores al doctor, evitando los remedios caseros.
  • No introduzca bastones con algodón en el oído, o podría dañar accidentalmente el tímpano. Para limpiar los oídos es mejor utilizar una toalla y no avanzar más allá del alcance del dedo meñique.
  • Al viajar en avión o practicar buceo, es fundamental equilibrar la presión para evitar el dolor y posible daño.

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