La resección es la manera de nombrar cualquier operación que extrae tejido o parte de un órgano. La resección intestinal, también llamada colectomÃa parcial, extrae una parte enferma o dañada del colon o recto. Esta se puede realizar para muchas enfermedades que afectan el colon, como el cáncer colorrectal, la diverticulitis o la enfermedad de Crohn.
El objetivo de la resección intestinal es extraer la parte del colon o del recto donde se encuentra el problema. Si el médico está extirpando el cáncer de colon, se extraen los ganglios linfáticos cercanos y se examinan en busca de cáncer. Después, se vuelven a coser las partes sanas del colon o del recto. La resección intestinal se realiza abriendo el abdomen (resección abierta) o mediante laparoscopia.
La laparoscopia para la resección intestinal suele incluir de 3 a 6 incisiones muy pequeñas en lugar de una grande. El tiempo de recuperación es más rápido.
Tú y tu médico pensarán en varias cosas al decidir si debes someterte a una resección abierta o a una laparoscopia. Estas incluyen:
- La ubicación y extensión de la enfermedad.
- Tu salud general.
- Si tienes tejido cicatricial en el área debido a una cirugÃa anterior.
- La experiencia y la pericia de tu médico.
En ocasiones, una cirugÃa laparoscópica debe cambiarse a una resección abierta durante el procedimiento.
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¿Qué tan bien funciona?
La resección intestinal es el tratamiento más exitoso para el cáncer colorrectal invasivo.
Cabe mencionar que hasta 12 de cada 100 personas que se someten a cirugÃa por diverticulitis desarrollan diverticulitis nuevamente.
Asimismo, algunas personas que se someten a esta cirugÃa en dos etapas pueden no recibir la segunda parte para volver a unir el intestino y reparar la colostomÃa. Esto generalmente se debe a que el intestino no cicatriza lo suficientemente bien como para volver a unirse.
Si deseas saber más sobre la resección intestinal, consulta a tu médico.