El hecho de que la enfermedad celíaca sea una afección que dura toda la vida y que requiere serias restricciones dietéticas para controlarla es una de las razones por las que los médicos son tan cuidadosos a la hora de diagnosticarla correctamente. Si se equivocan, el niño en cuestión podría estar siguiendo una dieta sin gluten sin ninguna razón.

En los menores de edad, el proceso de detección de esta enfermedad comienza con un análisis de sangre. Sin embargo, para diagnosticar definitivamente la enfermedad celíaca, la mayoría de los médicos también querrán realizar una endoscopia, en la que introducirán un tubo por la garganta del niño y cortarán pequeñas muestras (una biopsia) del intestino delgado para examinarlas.

Conoce más: Enfermedad celíaca, ¿por qué es más difícil diagnosticarla en los hombres?

Si dichas muestras revelan la presencia de daño intestinal y que indica enfermedad celíaca, el menor será diagnosticado con la afección. Asimismo, la enfermedad celíaca puede ser «potencial» (anteriormente llamada latente), lo que significa que quizás no ocasione ningún síntoma ni daño intestinal, pero todavía estarán presentes los anticuerpos de la enfermedad celíaca.

Fuente: Very Well Health