El aceite de menta proviene de la planta de menta, que es un híbrido de menta verde y menta acuática. Las personas han usado el aceite de menta durante siglos para tratar una variedad de enfermedades, incluidas afecciones digestivas, resfriados y dolores de cabeza.

Sin embargo, de acuerdo con el Centro Nacional para la Salud Complementaria e Integrativa de Estados Unidos (NCCIH), los científicos solo han llevado a cabo una pequeña cantidad de investigaciones sobre los efectos del aceite de menta.

La mayor parte de los estudios sobre dicho aceite ha analizado su impacto en las condiciones digestivas, particularmente en el síndrome del intestino irritable (SII).

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Según el NCCIHT, existen algunas pruebas que sugieren que el aceite de menta diluido con recubrimiento entérico puede reducir los síntomas del citado síndrome.

Recordemos que el SII es una afección digestiva crónica que ocasiona dolor abdominal y episodios frecuentes de diarrea, estreñimiento o ambos. Una revisión exhaustiva de estudios de más de 50 años descubrió que las cápsulas de menta con cubierta entérica eran una opción de tratamiento segura y eficaz para el dolor del SII.

Los investigadores creen que el mentol, que es un componente del aceite de menta, puede reducir los espasmos abdominales al bloquear el movimiento del calcio a través de la membrana intestinal.

 

Fuente: Medical News Today