De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, tu hígado produce un jugo digestivo llamado bilis, y tu vesícula biliar lo almacena entre comidas. Cuando ingieres alimentos, tu vesícula biliar empuja la bilis hacia unos conductos llamados conductos biliares, cuya función es transportar la bilis al intestino delgado. La bilis ayuda a descomponer la grasa y también ayuda al hígado a eliminar toxinas y desechos.

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Diferentes enfermedades pueden bloquear los conductos biliares y causar un problema con el flujo de la bilis. Las más comunes incluyen:

  1. Cálculos biliares, que pueden aumentar la presión en la vesícula biliar y provocar un ataque de la vesícula biliar. El dolor suele durar de una a varias horas.
  2. Cáncer. Es poco común y los factores de riesgo para desarrollarlo incluyen inflamación del conducto biliar, colitis ulcerosa y ciertas afecciones del hígado.
  3. Infecciones. Estas pueden causar estrechamiento de los conductos biliares, y un ejemplo con las infecciones relacionadas con el SIDA.
  4. Defectos congénitos, como atresia biliar. Es la razón más común para los trasplantes de hígado en niños en países como Estados Unidos.
  5. Inflamación, que puede causar cicatrices (llamada colangitis esclerosante primaria). Con el tiempo, esta puede provocar insuficiencia hepática.

Si deseas saber más sobre estas enfermedades, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine