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Se ha agregado una nueva amenaza para los pulmones además de la COVID-19: los fuegos artificiales, pues pueden liberar metales tóxicos capaces de dañar dichos órganos. Los hallazgos se publicaron en la revista Particle and Fiber Toxicology.

Estos metales le dan a los fuegos artificiales sus colores. Según los autores de la investigación, se observaron niveles dañinos de plomo en 2 de los 12 tipos de fuegos artificiales que probaron y están disponibles en el mercado.

«Aunque muchos tienen cuidado de protegerse de las lesiones causadas por explosiones, nuestros resultados sugieren que inhalar humo de fuegos artificiales puede causar daños a largo plazo, un riesgo que se ha ignorado en gran medida», destacó Terry Gordon, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Medicina Ambiental en NYU Langone Health, en Nueva York (Estados Unidos).

Gordon y sus colegas recolectaron emisiones de una docena de fuegos artificiales comúnmente usados ​​en su país, colocándolos en una cámara de laboratorio. Posteriormente, expusieron ratones y células pulmonares humanas a bajas dosis de las partículas, para imitar la exposición diaria de una persona promedio a los contaminantes del aire.

Junto con el hallazgo de plomo, descubrieron que las emisiones de partículas de 5 tipos de fuegos artificiales aumentaron significativamente la oxidación, un proceso químico en el cuerpo que puede dañar o incluso matar células si no se controla.

Los fuegos artificiales suelen contener titanio, estroncio y cobre, además de plomo, dijeron los investigadores.

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También analizaron 14 años de muestras de calidad del aire de docenas de sitios en todo Estados Unidos tomadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a lo largo de cada año, encontrando que los niveles de metales tóxicos eran más altos en las muestras tomadas durante las celebraciones del Día de la Independencia y la víspera de Año Nuevo, en comparación con otras épocas del año.

«Aunque las personas solo están expuestas a estas sustancias durante un corto período de tiempo cada año, son mucho más tóxicas que los contaminantes que respiramos todos los días», aseguró Gordon.

El experto dijo que compartirán sus resultados con los funcionarios locales de salud, los fabricantes de fuegos artificiales, la EPA y otras agencias reguladoras para alertarlos sobre el posible riesgo.

Gordon resaltó que este estudio representa el primer paso en esta área de investigación, ya que solo observaron los efectos potenciales de exponerse una sola vez a los metales tóxicos de los fuegos artificiales.

La exposición repetida probablemente sea una preocupación mayor, agregó.

Por ello, si padeces alguna enfermedad pulmonar o eres susceptible a desarrollarla, debes evitar a toda costa los fuegos artificiales, pues a este riesgo se suma el de contraer el virus causante de COVID-19, que empeoraría aún más la situación.

 

Vía: Health Day News