La COVID-19 se relaciona con coágulos sanguíneos que pueden ser fatales. Ahora, mediante un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet Hematology, investigadores del Centro de Cáncer de Yale creen haber descubierto la causa exacta de que se formen en esta enfermedad, lo que conduciría a un mejor tratamiento.

«Si bien muchas formas de enfermedad pueden generar coágulos sanguíneos, las células endoteliales que recubren el interior de los vasos sanguíneos desempeñan un papel sorprendentemente importante en la coagulación por COVID-19″, dijo el doctor Alfred Lee, investigador y profesor asociado de medicina en citado centro.

«El daño endotelial es un componente central en todo el espectro de la enfermedad COVID-19. Nuestro estudio es el primero en demostrar que este proceso de daño endotelial está presente en una amplia gama de pacientes con COVID-19, particularmente conforme las personas se enferman gravemente», detalló Lee.

Para el trabajo, Lee y su equipo examinaron la sangre de 68 pacientes con COVID-19. De ellos, 48 ​​estaban gravemente enfermos en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Los otros 20 fueron hospitalizados pero no en la UCI.

Los expertos descubrieron que algunos marcadores de la activación de las células endoteliales y las plaquetas sanguíneas eran de casi el doble en los pacientes de la UCI, en comparación con los que no estaban en dicha unidad.

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Un marcador, llamado trombomodulina, mostró una asociación con la supervivencia entre todos los pacientes. Según los investigadores, medir la trombomodulina ayudaría a los médicos a tratar mejor a los pacientes.

«Si tenemos un marcador para identificar qué pacientes tienen más probabilidades de progresar hacia una enfermedad crítica y posiblemente hacia la muerte, sería de gran ayuda, pues estos pacientes se beneficiarían con una vigilancia más cercana y, posiblemente, con una intervención más temprana», apuntó Lee.

El doctor Hyung Chun, coautor del estudio, está tratando de desarrollar una prueba basada en la trombomodulina, cuya concentración también se eleva en otras enfermedades potencialmente mortales.

«El otro objetivo que perseguimos en paralelo es hallar estrategias terapéuticas que puedan proteger la capa endotelial y evitar la formación de coágulos sanguíneos», mencionó Chun, profesor asociado de medicina y patología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.

La duda ahora es si existen medicamentos aprobados que podrían reutilizarse para este fin. Un posible candidato es el fármaco dipiridamol, que se usa para prevenir el evento cerebrovascular.

 

Vía: Health Day News