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Es sabido que existen alimentos que detonan males en el organismo. Afortunadamente, hay un sinfín de productos naturales que no sólo ayudan a combatir enfermedades, también tienen el poder de prevenir padecimientos crónicos difíciles de manejar.

Este es el caso de las fibras y grasas buenas, las cuales fomentan una vida saludable e impiden que afecciones graves —como diabetes y males cardíacos— lleguen a nuestra vida.

En este sentido, es importante que todas las personas, sin importar su género o edad, consuman alimentos ricos en estos nutrientes. La fibra, por ejemplo, puede obtenerse de los cereales integrales, las nueces y semillas, así como de las frutas y hortalizas.

Si tienes planeado aumentar la ingesta de esta sustancia, debes considerar hacerlo lentamente. Incrementar su consumo demasiado rápido puede provocar gases, distensión y cólicos.

En cuanto a las grasas buenas, el cuerpo las utiliza como fuente de energía. Es importante aclarar que no todas las grasas son saludables. Lo mejor es evitar las saturadas, así como las trans —presentes en alimentos procesados y congelados—.

Si aún tienes dudas sobre por qué tu organismo necesita grasas, debes saber que ayudan a formar el tejido nervioso y controlan la inflamación. También ayudan a que tu cuerpo absorba las vitaminas A, D, E y K. Puedes obtenerlas a través del salmón, el arenque, las sardinas y la caballa. De igual forma, pueden encontrarse en las semillas de linaza, el aceite de linaza y las nueces.

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Es recomendable llevar una dieta balanceada en la que prevalezcan los alimentos naturales, debido a que representan la mayor fuente de nutrientes. Si detectas que tu dieta no es saludable, visita a un especialista en nutrición para recibir asesoría.

Procura no caer en regímenes estrictos, estos sólo limitan la cantidad de vitaminas, minerales y otros nutrientes, que entran en tu organismo. ¡Cuídate!

 

Vía: Medline Plus/ FamilyDoctor.org