Los niños pueden comenzar a volverse sedentarios por adicción a la televisión a partir de los 7 años, según revela un estudio reciente.

Una revisión de 27 estudios publicados entre 2004 y 2018 en diferentes países encontró altas tasas de disminución de la actividad física entre los niños y adolescentes.

Si bien muchos adolescentes dejan de practicar deportes, la actividad general comienza a disminuir durante los primeros años escolares entre los niños que alguna vez estuvieron activos, dijo la autora del estudio Irinja Lounassalo, estudiante del doctorado en ciencias del deporte y de la salud en la Universidad de Jyvaskyla, en Finlandia.

Por lo tanto, «ser físicamente activo en la infancia y la adolescencia puede ser de gran importancia, ya que puede posponer el tiempo de inactividad más adelante», destacó Lounassalo.

Si bien el porcentaje de personas inactivas aumenta con la edad, ciertos grupos en realidad incrementan sus niveles de actividad en la edad adulta y la vejez.

«En el futuro, se debe prestar especial atención a estas personas que aumentan su actividad física, porque es importante entender cómo la inactividad potencial de por vida se puede convertir en actividad», dijo Lounassalo.

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Entre los niños y adolescentes, el apoyo de los padres para un estilo de vida activo ayudó a aumentar la actividad. Para los adolescentes, menos tiempo frente a la televisión se asoció con la actividad regular.

Para los adultos, dejar de fumar trajo mayor actividad. Y entre los adultos mayores, la actividad regular se asoció con una falta de enfermedades crónicas, una tasa de mortalidad más baja y un buen funcionamiento físico.

«Dado que el comportamiento de la actividad física se estabiliza con la edad y el sedentarismo es un comportamiento más persistente que estar activo, las intervenciones deben dirigirse a los niños en una etapa temprana de la vida antes de que sus hábitos se estabilicen», dijo Lounassalo.

Los padres pueden ayudar apoyando la actividad física en las escuelas y los clubes deportivos extracurriculares para niños, aconsejó.

«Construir instalaciones deportivas disponibles para el público, andar en bicicleta y tener andadores seguros puede ayudar a aumentar las oportunidades de estar activo sin importar la edad, la nacionalidad, el género o el nivel educativo», concluyó Lounassalo.

El estudio se publicó recientemente en la revista BMC Public Health.

 

Vía: Health Day News