hábitosDe acuerdo con la nutrióloga Rocío Río de la Loza, llevar una dieta rica en fibra dietética, comer a determinados horarios, realizar actividad física y mantenerse hidratado puede evitar una digestión pesada.

Para ayudar a que el intestino funcione correctamente, lo mejor es ingerir frutas y verduras de temporada, así como semillas, productos de trigo integral y granos enteros —amaranto, la quinoa, el trigo y el maíz—.

“La fibra dietética regula los movimientos intestinales y cuenta con otros beneficios, como la disminución del riesgo de padecer enfermedades del corazón, obesidad y sobrepeso”, señaló.

Los horarios regulares también son importantes; entre sus beneficios destaca la sincronización del organismo con el reloj biológico, comandado por los ritmos circadianos.

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En contraparte, consumir lácteos, bebidas o alimentos muy azucarados, carnes rojas y alimentos picantes, o con muchas especias, puede provocar digestiones pesadas.

En cuanto a la acidez, otro síntoma común, se recomienda no ingerir en exceso alimentos procesados, alcohol, azúcar y refrescos.

En este sentido, lo mejor es comer fruta como snack de media mañana, y combinar vegetales y cereales con alimentos de origen animal.

“El rápido ritmo de la vida conlleva que en muchas ocasiones se coma frente al ordenador sin parar de trabajar, lo que puede provocar digestiones pesadas. Por tanto, se debe comer despacio y masticar cada bocado por lo menos de 15 a 30 segundos”, comentó.

La actividad física también forma parte de este ciclo de bienestar, pues es importante para favorecer el movimiento gastrointestinal, afectado por el sedentarismo.

Considera que además de la alimentación y el tiempo en el que se come, debes cuidar la cantidad de las porciones, la calidad de los ingredientes, la inteligencia emocional y el estrés al que te sometes diariamente.

 

Vía: Notimex