Los padres, sobre todo aquellos que son primerizos, deben mantenerse siempre alertas ante cualquier comportamiento que encuentren atípico en sus bebés. Uno de estos comportamientos podría tratarse de espasmos infantiles, una forma de epilepsia poco común que, de no diagnosticarse y tratarse a tiempo, podría tener muy malas consecuencias en los pequeños.

Muchos bebés pueden llegar a padecer esta forma poco común de epilepsia conocida como espasmos infantiles. Los cuales, de presentar aunque sea un pequeño retraso en su diagnóstico, pueden ocasionar autismo, epilepsia para toda la vida o retraso mental, alertó el doctor Shaun Hussain, profesor asistente de pediatría de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA).

“Es completamente distinto de otros tipos de convulsiones”, apuntó el doctor. Duran apenas cerca de un segundo y durante ellos, típicamente, el niño baja la cabeza y alza los brazos de golpe. Los padres quizá no lo noten o crean que no es nada de qué preocuparse, indicó.

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Y, de no tratarse, “los espasmos infantiles conducen a resultados terribles”, advirtió. Un retraso de incluso una semana en el diagnóstico, agregó, y el tratamiento podría conducir a una reducción mensurable en la inteligencia en el pequeño para toda su vida.

De acuerdo con Shaun, estos peculiares conjuntos de convulsiones por lo general se presentan entre los 4 y los 12 meses de edad.

“Si los padres están preocupados, deben solicitar una consulta con un neurólogo pediátrico y pedir que su proveedor de atención primaria facilite una cita urgente de forma que puedan ver al niño con rapidez”, indicó por su parte la doctora Amy Brooks-Kayal, jefa de neurología pediátrica del Hospital Pediátrico de Colorado.

   

Vía: Health Library