Según un reciente estudio estadounidense, la calidad de la dieta puede repercutir en la recaída en los niños con esclerosis múltiple.

La esclerosis múltiple es una afección del sistema nervioso central cuyos síntomas pueden provocar discapacidad, con frecuencia afectan al movimiento y a la vista. Se calcula que esta enfermedad afecta a más de 2.3 millones de personas en todo el mundo.

Sobre el estudio, se encontró que llevar una dieta rica en grasas puede llegar a aumentar el riesgo de recaída en los niños con esclerosis múltiple. Sin embargo, la misma investigación también halló que comer una dieta rica en verduras puede reducir el riesgo de recaída.

Estos hallazgos ofrecen evidencias iniciales de que realizar cambios en la dieta pueden ayudar a algunos pacientes con esclerosis múltiple a gestionar su afección, indicó el equipo de investigación, dirigido por la doctora Emmanuelle Waubant, neuróloga en la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos.

De acuerdo con la especialista, los niños y jóvenes con esta enfermedad tienen una tasa más alta de recaída que los adultos, por lo que un cambio saludable en su dieta puede ofrecer un beneficio en su lucha contra dicha afección.

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Durante el estudio, que apareció publicado en la revista especializada Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, los investigadores encontraron que cada aumento de un 10% en el consumo de calorías provenientes de la grasa se vinculaba con un riesgo de recaída un 56% más alto.

Los expertos detallaron que la mayor parte del aumento de ese riesgo se vinculó con el consumo de grasa saturada, la cual se encuentra en muchos alimentos horneados, en la carne de res, el queso y la mantequilla.

En cambio, cada taza adicional de verduras que se consumió al día se vinculó con una reducción del 50% en el riesgo de recaída, independientemente de la cantidad de grasa que comieran los niños, puntualiza la investigación.

La doctora Waubant explicó que es posible que la ingesta de grasa en exceso provoque la liberación de sustancias inflamatorias y afecte la composición de las bacterias en los intestinos, lo que aumenta el riesgo de recaída, mientras que una dieta rica en verduras tiene el efecto opuesto.

 

Vía: Health Day News