Además de la cirugía cerebral, los cirujanos pueden insertar dispositivos de estimulación nerviosa en el cuerpo para tratar la epilepsia.

La estimulación del nervio vago consiste en colocar electrodos alrededor de dicho nervio en el cuello, así como un generador para estos electrodos en la parte superior del tórax. Después, tales dispositivos estimulan el nervio con señales eléctricas, lo que puede ayudar a controlar las convulsiones.

Los sistemas de neuroestimulación receptiva también funcionan al estimular el cerebro para controlar las convulsiones. Los médicos pueden programar estos dispositivos para evaluar y responder a la actividad nerviosa asociada con los ataques convulsivos, a menudo deteniéndolos.

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Estas opciones quirúrgicas menos invasivas pueden ayudar a reducir de manera segura la frecuencia y la gravedad de las convulsiones.

Los médicos también pueden sugerir una terapia de estimulación cerebral profunda. Aquí es donde un cirujano coloca electrodos en el tálamo.

El tálamo es una parte del cerebro que procesa señales de casi todos los sistemas sensoriales. Asimismo, regula la conciencia, el estado de alerta y los ciclos de sueño.

Las señales eléctricas de estos electrodos ayudan a regular la excitabilidad de ciertas partes del cerebro, lo que puede ayudar a reducir la frecuencia de las convulsiones.

 

Fuente: Healthline