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Los cánceres genitales se refieren específicamente a neoplasias malignas del pene, escroto y uretra, separadas de las neoplasias malignas más conocidas en urología tales como cánceres de próstata, vejiga y riñón. así lo indica la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Los cánceres genitales en general son poco frecuentes en América del Norte y en otros países desarrollados occidentales. Sin embargo, dichos cánceres pueden tener un impacto significativo en la vida y las funciones corporales y, por lo tanto, requieren un tratamiento experto.

Las neoplasias malignas del pene son principalmente carcinomas de células escamosas, aunque otros cánceres de pene incluyen melanomas, sarcomas y carcinomas de células basales. También se producen diversas enfermedades de la piel del pene y del escroto que deben diferenciarse en benignas o malignas. El escroto también puede desarrollar lesiones cancerosas, incluida la enfermedad de Paget extramamaria, que requieren un diagnóstico y tratamiento adecuados. Los cánceres de uretra pueden presentarse junto con cánceres de vejiga, que son más comúnmente conocidos, pero también pueden surgir distalmente dentro de la uretra como un estado de enfermedad separado.

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Tratamientos y servicios

Dado el riesgo significativo para la vida y la salud asociado con los cánceres genitales, estos deben identificarse en etapas tempranas y manejarse adecuadamente. Una estrategia básica es eliminar adecuadamente la enfermedad mientras se preservan todos los aspectos de la función urinaria y sexual, así como la apariencia corporal normal.

El diagnóstico comienza con una evaluación de la historia clínica y un examen físico, al tiempo que incorpora las pruebas de diagnóstico por imágenes apropiadas cuando sea necesario. El tratamiento puede variar desde terapias tópicas locales hasta cirugías de preservación genital y escisiones más extensas con reconstrucción genital. En algunos casos, se requieren terapias adicionales como radiación y quimioterapia.

 

Vía: Johns Hopkins Medicine