ingestaLos sonidos al comer —como los crujidos— podrían inducir una disminución en la ingesta alimenticia. En consecuencia, el cese de estos provocaría un aumento en el consumo, rebasando, incluso, los límites recomendados.

De 140 especialistas en alimentos y nutrición, 27% considera que el sonido de los alimentos es esencial por su propiedad auditiva, denominada sentido del sabor olvidado, según un comunicado.

De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de Brigham Young University (BYU) y Colorado State University (CSU):

  1. Pensar en los sonidos al comer puede disminuir la cantidad de consumo.
  2. Los sonidos fuertes bloquean la resonancia de masticar, lo que produce una mayor ingesta. Según la investigación, las personas expuestas a sonidos fuertes comieron cuatro pretzels, mientras que el grupo silencioso ingirió 2.75 pretzels.

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Los autores llaman a este fenómeno el efecto crujiente, es decir, entre más consciente esté una persona del sonido de sus alimentos, se reduce la probabilidad de comer grandes cantidades.

“El sonido de los alimentos es una clave sensorial importante en la experiencia de comer, pero los consumidores e investigadores con mucha frecuencia ignoran este efecto”, indicó la profesora coautora del estudio, Gina Mohr.

Es decir, bloquear el sonido del consumo, por ejemplo, al ver la televisión durante las comidas, descarta uno de los sentidos relacionados con los alimentos, según el profesor Ryan Elder.

«El sonido es típicamente etiquetado como el sentido del sabor olvidado, pero si la gente se enfoca más en el sonido que hacen los alimentos podría reducir su consumo”, mencionó Ryan Elder.

De acuerdo con los autores, es fundamental ser conscientes del aspecto y sabor de los alimentos, pero también de su sonido al se ingeridos.

 

Vía: Notimex