Sufrir discapacidad atrae muchos problemas de salud que se ven agravados por el hecho de que son pocas personas con esta condición las que realizan algún tipo de ejercicio.
La falta en la práctica de ejercicio por parte de las personas que viven con discapacidad los hacen propensos a sufrir enfermedades crónico-degenerativas, de hecho por no realizar ningún tipo de ejercicio se encuentran en desventaja con respecto a la población que no sufre ninguna discapacidad debido a que tienen tasas de obesidad más altas y presentan mayores factores de riesgo para padecer enfermedad coronaria, artritis y diabetes, lo que empeora todavía más la calidad de vida de las personas que viven con discapacidad.
Los expertos creen que para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con discapacidad es necesario controlar el aspecto nutricional, ya que esto ayudará a aquellos que tienen un tipo de discapacidad a tener una mejor disponibilidad para ejecutar movimientos. También es necesario introducir la actividad física, debido a que el sedentarismo incrementa el riesgo de desarrollar diversos desórdenes metabólicos y endocrinos. Los especialistas sostienen que el ejercicio físico debe tomarse como un aspecto terapéutico y de control de enfermedades crónicas.
Las personas que viven con discapacidad tienen un riesgo mayor de que gracias a su inactividad tengan riesgos potenciales de perder la vida, es por eso que se debe contar con instrumentos de rehabilitación que los ayuden a mantenerse activos físicamente, eso sí teniendo en cuenta sus limitantes y siempre asesorados por diversos especialistas, de hecho eso es lo primero que se tiene que hacer: acudir con expertos calificados para diseñar una estrategia de movilidad física.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la inactividad cerca de dos millones de muertes al año son atribuibles a la inactividad física, además de que la vida sedentaria es una de las diez causas de muerte y de discapacidad alrededor del mundo. La OMS estima que los niveles de inactividad física se incrementan fuertemente en los países en vías de desarrollo con factores como el crimen, la pobreza, el tráfico, la contaminación y la poca facilidad recreativa.
Vía: MHSalud