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DepresiónUn estudio realizado por la Universidad Noruega de Ciencias y Tecnología y publicado en el American Journal of Medicine, señala que aquellas personas que sufrieron un ataque cardiaco e hicieron ejercicio durante años antes del evento tienen un riesgo más bajo de caer en depresión.

El estudio también reveló que las personas que no habían realizado ejercicio de manera continua previo al ataque pero comenzaron a hacerlo poco antes del mismo eran menos propensas a caer en depresión que las que habían sido activas con anterioridad pero habían dejado de practicarlo.

Linda Ernstsen, autora del estudio y trabajadora del Centro de Ejercicio en la Medicina de la universidad, explicó que los resultados ”fortalecen las evidencias de un vínculo causal entre la actividad física y la salud mental”.

La investigación consistió en la observación de 189 personas de Noruega tras sufrir un primer ataque cardiaco. Las personas que eran físicamente activas durante diez años antes del ataque eran un 20% menos propensas a caer en depresión tras el evento que las que eran inactivas, concluyeron los investigadores.

«De hecho, no sabemos si el ataque cardiaco en sí se relaciona con la prevalencia de la depresión o si es el cambio en el nivel de actividad física lo que subyace a nuestros hallazgos. Sin duda se necesita más investigación en esta área», añadió Linda Ernstsen.

Los hallazgos del estudio refuerzan el vínculo entre la actividad física y la depresión, y resaltan la necesidad de que las personas que sufren o tienen riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca y/o depresión aumenten sus niveles de actividad física, señalaron los investigadores.

 

Vía: Health Library