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Si la pandemia de COVID-19 ha interrumpido tu rutina de actividad física ya sea por inactividad, por temor a salir o porque no tienes la misma motivación que antes, es importante que sepas lo que encontró una nueva revisión de varios estudios publicada en la revista Translational Sports Medicine, pues señala que realizar unos pocos minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a alta, como correr o andar en bicicleta, pueden estimular la memoria y la concentración de los adultos jóvenes hasta por dos horas.

El trabajo analizó 13 estudios publicados entre 2009 y 2019. Todos evaluaron el impacto a corto plazo de andar en bicicleta, caminar o correr en la salud mental de las personas de 18 a 35 años.

«Descubrimos que de dos minutos a una hora de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a alta mejora la capacidad de aprendizaje y el almacenamiento en la memoria hasta dos horas en los adultos jóvenes», indicó el doctor Peter Blomstrand, del departamento de fisiología clínica del County Hospital Ryhov en Jönköping, Suecia, y líder de la investigación.

Los entrenamientos y los períodos de recuperación de cinco minutos se vincularon a una mejor capacidad para planificar y resolver problemas, mejorando tanto la concentración como las habilidades verbales más fuertes. Los beneficios duraron entre 30 y 120 minutos.

La actividad aeróbica también pareció aumentar la capacidad de los adultos jóvenes para aprender y recordar cosas nuevas («codificación»), para estimular el almacenamiento a largo plazo de nuevos recuerdos («consolidación») y para mejorar la capacidad de acceder a los recuerdos ya almacenados («recuperación»).

Sin embargo, Blomstrand enfatizó que solo se centraron en la actividad aeróbica. Por lo tanto, los expertos aún está deliberando sobre si el entrenamiento de fuerza no aeróbico podría tener un beneficio similar. Tampoco está claro si andar en bicicleta, caminar y correr sean mejores para fortalecer las habilidades mentales («cognición») que otros ejercicios aeróbicos, como la natación.

Agregó que es «muy probable» que los resultados también se apliquen a niños y adultos de la mediana y tercera edad.

«Sabemos que el ejercicio aeróbico regular hace que los niños sean más inteligentes, mejorando sus resultados en las pruebas de memoria y de función cognitiva, y el ejercicio regular en los adultos mayores contrarresta la demencia», subrayó Blomstrand. En conjunto, la investigación sugiere que, a cualquier edad, «el ejercicio mejora la cognición, el aprendizaje y la salud mental. Nos hace más felices y mejora nuestra concentración».

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Por su parte Lona Sandon, directora del Programa Coordinado de Nutrición Clínica Maestra en el UT Southwestern Medical Center, en Dallas (Estados Unidos), dijo que esta revisión reafirma la importancia de movernos y evitar el sedentarismo.

«Sabemos que el ejercicio es bueno para nosotros por varias razones. Y también sabemos que los niños se desempeñan mejor en la escuela cuando apartan tiempo para hacer ejercicio y disfrutan de una buena comida. La pregunta es: ¿por qué parece que todavía lo ignoramos?», comentó.

La especialista también lamentó que la gente no esté consciente de los beneficios para la salud mental tanto del ejercicio como de una buena nutrición.

Una nutrición de calidad es importante junto con el ejercicio, ya que el hambre o las deficiencias nutricionales en carbohidratos y hierro conducen a una disminución de la agudeza mental. «Desde la perspectiva de la dieta, existen muchas investigaciones que respaldan los beneficios de estar bien alimentado y cómo mejora el rendimiento académico», detalló.

En cuanto a qué impulsa específicamente la conexión entre el ejercicio aeróbico y la salud mental, Blomstrand dijo que se han propuesto varias explicaciones.

Por un lado, explicó que la actividad aeróbica puede desencadenar cambios neuroquímicos y electrofisiológicos, como conexiones de sinapsis más rápidas, que mejoran la función cerebral. «Sabemos, por ejemplo, que los receptores de dopamina se activan durante el ejercicio», mencionó Blomstrand.

«Necesitamos más investigación para comprender a profundidad el cómo y el por qué» del vínculo entre la actividad física y una mejor atención, concentración y aprendizaje, añadió.

Por lo pronto, no lo pienses más y comienza a hacer ejercicio aeróbico. Si tienes caminadora o bicicleta fija no tienes pretexto. Si no tienes dicho equipo y debes hacerlo fuera de casa, no te limites y no olvides tomar las precauciones necesarias como mantener la sana distancia, usar cubrebocas, cargar con gel desinfectante a base de alcohol y acudir a zonas poco concurridas para realizar tu rutina.

 

Vía: Health Day News