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El humo de los incendios forestales es peligroso para los pulmones, pero de acuerdo con un estudio realizado en ratones y publicado en la revista Toxicological Sciences, las pequeñas partículas de dicho humo también pueden ingresar a tu cerebro y causar problemas neurológicos de por vida.

Una vez que eso sucede, las partículas pueden poner a las personas en riesgo de todo, desde envejecimiento prematuro y diversas formas de demencia hasta depresión e incluso psicosis, señalaron los investigadores.

«Estos son incendios que atraviesan pueblos pequeños y están quemando autos y casas», comentó Matthew Campen, profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Nuevo México.

Campen y sus colegas realizaron una investigación el año pasado en Laguna Pueblo, un área a 67 km al oeste de Albuquerque y aproximadamente a 965 km de la fuente de los incendios forestales. De esta forma, descubrieron que ratones expuestos al aire cargado de humo durante casi tres semanas en condiciones controladas de cerca mostraban cambios en el tejido cerebral relacionados con la edad.

Los microplásticos y las partículas metálicas de hierro, aluminio y magnesio en el humo de los incendios forestales a veces viajan miles de kilómetros. A medida que el humo se eleva en la atmósfera, caen partículas más pesadas, explicó Campen.

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«Son solo estas partículas ultrafinas realmente pequeñas las que viajan miles de kilómetros hasta donde estamos. Son más peligrosas porque las partículas pequeñas penetran más profundamente en los pulmones y, como resultado, a los pulmones les cuesta más eliminarlas», agregó.

Las partículas se alojan en el tejido pulmonar, lo que desencadena la liberación de moléculas inmunes inflamatorias en el torrente sanguíneo, que las lleva hacia cerebro. Empiezan a degradar la barrera hematoencefálica y desencadenan la respuesta inmunitaria cerebral, detalló el experto.

En los ratones, los investigadores descubrieron que las neuronas mostraban cambios metabólicos, lo que sugiere que la exposición al humo de los incendios forestales puede aumentar la carga de las deficiencias relacionadas con el envejecimiento.

«Parece que hay una ruptura leve de la barrera hematoencefálica, pero aún así desencadena una respuesta de las células protectoras en el cerebro, astrocitos y microglía, para enfundarla y proteger al resto del cerebro de los factores en la sangre», apuntó Campen.

«Normalmente, se supone que la microglía debe hacer otras cosas, como ayudar con el aprendizaje y la memoria», añadió el investigador, lo que explicaría el porqué de los problemas neurológicos antes citados.

Si deseas saber más sobre cómo el humo de incendios forestales puede afectar al cerebro, consulta a tu médico.

 

Fuente: Health Day News