Es importante que les enseñes a tus niños a respetar, comprender y gestionar los peligros en sus vidas, incluyendo los incendios forestales. Como mamás o papás, esto lo logramos cuando les informamos sobre los peligros del tráfico, los animales peligrosos y las personas desconocidas, y los incendios forestales pueden tratarse de la misma forma.

Mostrarles a los niños cómo protegerse puede formar parte de su vida cotidiana normal y, por lo general, no genera miedos. Si los adultos muestran confianza en que los niños pueden protegerse de estos peligros mediante planes y acciones, los niños también se sentirán seguros.

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A continuación, te mencionamos una serie de pautas que se pueden utilizar al hablar con los niños sobre los incendios forestales:

  1. Escucha atentamente lo que dicen. Los niños suelen hablar sobre lo que están pensando o cómo se sienten («Creo que va a pasar algo malo», «Me siento asustado») sin necesariamente conectar sus sentimientos con un evento específico. Escucha atentamente las palabras de la niña o niño para comprender lo que está pasando por su mente.
  2. Haz preguntas. Si notas cambios en el comportamiento de un niño y crees que esto podría ser una reacción al riesgo o impacto de un incendio forestal, pídele que describa lo que está pensando o sintiendo. Y si un niño hace una pregunta específica, respóndesela, siendo tranquilizador(a) pero sincero(a). Trata de averiguar qué les hizo hacer la pregunta. Esto ayudará a identificar la fuente de preocupación, que puede ser diferente a la pregunta que hicieron.
  3. Utiliza un lenguaje relevante para su edad. Procura que sea fácil de entender para los niños.
  4. Identifica los pensamientos y sentimientos que no les ayuden. Cuando hables con tus niños sobre incendios forestales, ayúdalos a reconocer tales pensamientos y sentimientos y luego enséñales a usar alternativas más útiles. Por ejemplo, en lugar de pensar «Creo que va a pasar algo malo», puedes animar a tus hijos a que piensen: «Como va a ser un día caluroso, me siento un poco asustado(a), pero mamá y papá tienen un plan para mantenernos a salvo». Explícales cuál es ese plan. Por ejemplo, «Toda la familia se irá y se quedará con la abuela y el abuelo».
  5. Sé positivo(a) y tranquilizador(a). Es importante que los adultos utilicen un lenguaje positivo y tranquilizador cuando estén cerca de los niños. Diles que has elaborado un plan para mantener a todos a salvo y muéstrales cómo funcionará. Si hablan de situaciones peligrosas que han sucedido en el pasado, explícales que han aprendido de eso y que estarán preparados.
  6. Desarrollen resiliencia. Ayuda a tus niños a incrementar su confianza en sí mismos hablándoles sobre los diversos pasos de preparación para incendios forestales que se han tomado para garantizar su seguridad.
  7. Maneja tus propias reacciones. Trata de manejar tus propias reacciones al estrés y modela buenas estrategias de afrontamiento para los niños. (Las técnicas de relajación como la respiración, tres segundos por la nariz y tres segundos por la boca, pueden ayudar; tener un plan de incendios forestales en el área donde vives ayudará a minimizar el estrés, pues estarán preparados y sabrán qué hacer).

Al usar estas pautas, los adultos pueden hablar con seguridad con sus hijos sobre los riesgos y peligros de los incendios forestales. Hablar con los niños sobre estos peligros naturales reducirá la probabilidad de angustia durante el verano y también ayudará a los niños a desarrollar habilidades de afrontamiento.

 

Fuente: Better Health Channel – Department of Health, State Government of Victoria, Australia