En nuestra vida diaria, estamos expuestos a un enemigo silencioso que atenta contra nuestra salud de manera constante: la contaminación ambiental. Cada inhalación que damos nos expone a una multitud de partículas contaminantes que pueden tener un impacto negativo en nuestra salud. Ante esta situación, la Secretaría del Medio Ambiente ha implementado la contingencia ambiental.

La contingencia ambiental se define como una situación eventual y transitoria que se declara cuando se prevé —con base en el monitoreo de la contaminación ambiental— una concentración de contaminantes elevada o un riesgo ecológico derivado de actividades humanas o fenómenos naturales.

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Desafortunadamente, la mala calidad del aire se ha convertido en un problema global que afecta especialmente a las grandes ciudades, donde la actividad industrial, el parque vehicular y las acciones humanas contribuyen significativamente a empeorar la situación. 

Alarmantemente, el 92% de las personas que residen en áreas urbanas no respiran aire limpio, y la situación se agrava durante ciertas épocas del año, como los meses que van de febrero a junio, cuando las concentraciones de ozono en el aire aumentan y otros factores como el incremento de la temperatura y la radiación solar agravan aún más el problema.

Riesgos para la salud

Existen cinco contaminantes que representan una seria amenaza para nuestra salud:

  1. Monóxido de carbono: Este gas reduce la disponibilidad de oxígeno en el cuerpo, afectando el funcionamiento del cerebro y el corazón.
  2. Ozono: La inhalación de este gas puede provocar inflamación pulmonar, tos, flemas, enfisema e, incluso, cáncer de pulmón.
  3. Plomo: La exposición prolongada a este metal puede resultar en discapacidad intelectual, entre otros efectos adversos.
  4. Dióxido de azufre: Este contaminante causa irritación en la nariz y la garganta, así como broncoconstricción y diarrea en personas asmáticas.
  5. Óxidos de nitrógeno: Incrementan la susceptibilidad a infecciones respiratorias, irritan la nariz y la garganta, y pueden provocar broncoconstricciones y diarreas en personas asmáticas.

Es fundamental tomar conciencia sobre los riesgos que la contaminación ambiental representa para nuestra salud y tomar medidas para reducir nuestra exposición a estos contaminantes. 

La adopción de acciones que promuevan un ambiente más limpio y saludable es esencial para proteger nuestra salud y la de las generaciones futuras. ¡Cuida el medio ambiente!

 

Fuente: Gobierno de México – Comisión Ambiental de la Megalópolis